Creo que todo el mundo sabrá ya que los mejillones con patatas fritas son el plato nacional belga. Cuando llega la temporada, en todos los restaurante cuelgan el cartel «Les moules sont arrivées» (los mejillones han llegado). También se comen muchísimos mejillones en el Norte de Francia, en ciudades como Lille donde se hacen competiciones para ver qué restaurante sirve más raciones y todas las valvas se amontonan en la puerta del restaurante, consiguiendo hacer pilas enormes. Los mejillones gallegos son muy grandes mientras que los producidos en el mar del Norte son pequeños. Estos que hemos preparado son mejillones holandeses, pequeñitos. Esta es una receta facilísima, con pocos ingredientes que consiguen extraer el mejor sabor de este delicioso y poco calórico molusco.
Ingredientes:
(Para tres personas)
- 2 kg de mejillones
- 2 zanahorias
- 2 puerros
- 1 cerveza
- 1 pizca de sal
- Pimienta negra
Preparación:
- Las valvas de los mejillones deben estar bien limpias antes de cocerlos. Los mejillones holandeses suelen venderse embalados en recipientes herméticos y perfectamente limpios, sólo necesitan un buen chorro de agua fresca.
- Pelar las zanahorias y cortarlas en cubos pequeñitos, picar finamente la parte blanca del puerro cortarla.
- En una olla poner dos vasos de agua, los mejillones, la zanahoria, el puerro, una pizca de sal y pimienta negra recién molida.
- Cubrir la olla pero no retirarse porque cuando empiece a hervir se derramará el agua, así que hay que estar al tanto. En cuanto hierva, destapar la olla y añadir un vaso de cerveza y cubrir de nuevo, mantener el fuego bajo. Hervir cinco minutos y retirar, dejar tapado un par de minutos más. Los mejillones están listos en cuanto se abren las valvas.
- Servir los mejillones directamente en la olla (así se comen en Bélgica) o bien retirarlos y ponerlos en platos hondos.
Mejillones con apio
Guisado de rape con curry rojo
Merluza con chirlas
Fletán con almejas
