La irritación o inflamación intestinal que te puede causar la ingestión de algún alimento que contenga lactosa se puede arrastrar durante varios días. A las dos a seis horas tras haber comido un producto con lactosa entre sus ingredientes, aunque sólo sean trazas, se empiezan a notar los síntomas de la intolerancia: hinchazón, ruidos o molestias intestinales, gases o diarrea… Efectos que te pueden estropear definitivamente un momento que había empezado como algo apetitoso.
Empecemos por lo más básico…
La lactosa
es un azúcar presente naturalmente en la leche
La lactasa
es la enzima que nos ayuda a digerir la lactosa
La intolerancia a la lactosa, también se denomina como deficiencia de lactasa, significa que no se es capaz de digerir totalmente el azúcar de la leche (lactosa) presente en los productos lácteos o en alimentos procesados a los que se añade lactosa como ingrediente. Por lo general, no es peligroso, pero los síntomas de la intolerancia a la lactosa pueden ser muy incómodos y pueden acabar dañando al intestino si no te tratan.
La lactasa es una enzima producida por el revestimiento del intestino delgado que divide la lactosa en otros azúcares, galactosa y glucosa, que pueden ser aprovechadas por nuestro organismo.
¿Cuál es mi grado de intolerancia?
Muchas personas tienen bajos niveles de lactasa, pero sólo aquellos que también tienen asociadas signos y síntomas tienen, por definición, la intolerancia a la lactosa.
El grado de intolerancia a la lactosa es el nivel de enzima lactasa presente en el intestino o, lo que es lo mismo, la capacidad de digerir en mayor o menor medida la lactosa. Hay personas que pueden consumir un yogur o un trozo de queso y otras son sensibles a la más mínima traza. Depende de cada persona el control de los síntomas de su intolerancia eligiendo cuidadosamente una dieta que limite los productos lácteos y los alimentos con lactosa.
Mi dieta personal es 100% sin lácteos, por lo que no suelo tomar derivados de la leche conscientemente, pero ¿cómo evitarlos cuando están escondidos y nadie te avisa? Me diréis, pues ¡lee las etiquetas! Lo cierto es que lo hago, sin embargo, cuando se come fuera de casa no siempre es posible conocer con seguridad todos los ingredientes de un plato.
Los lácteos escondidos
Es importante tener vida social, por eso, cuando te invitan compañeros de trabajo, amigos o familiares, participas a alguna celebración como un cumpleaños, una boda, una fiesta entre vecinos o simplemente estás de viaje y comes en el hotel o vas a un restaurante, no te puedes pasar el tiempo preguntando qué contiene cada preparación. Es una pesadez para uno mismo y para los demás, y lo peor es que, muchas veces, a quien le preguntas ni lo sabe o no está seguro. El nuevo reglamento EU 1169/2011 ayuda a las personas con alergias e intolerancias alimenticias, ya que obliga a un etiquetado más claro de los principales alérgenos y a que los servicios de restauración informen correctamente a sus clientes. Aún así no siempre podemos tener todas las garantías.
Platos típicos de la cocina italiana, magrebí, libanesa, turca, griega, israelí, francesa, nórdica, “made in USA”… Canapés, mayonesas, pizzas, embutidos (incluidos los de cerdo ibérico), croquetas o albóndigas, pechuga de pollo, filetes de pescado empanados, salchichas, helados y granizados, sopas, estofados y otros guisos, platos gratinados, cereales para el desayuno, huevos revueltos, vinagretas o cualquier otra salsa, algunos tipos de pan sobre todo de molde … muchos otros alimentos y, por supuesto, la gran mayoría de la bollería y dulces, incluyendo algunos turrones, esconden algún ingrediente lácteo. Hasta me han servido, en un restaurante español, «pan al ajo» que tenía mantequilla fundida en lugar de aceite de oliva. ¡Qué escándalo! Porque claro lo descubrí tras tragar el primer mordisco y sufrí las consecuencias.
Así que, o tu sentido del olfato se agudiza hasta convertirte en un “Nariz” capaz de detectar el sutil aroma de los lácteos invisibles (digamos que es imposible cuando se trata de lactosa o suero lácteo) o, lo que es mucho más seguro, evita riesgos y termina feliz tu comida y el día, pero ¿cómo?
Complementos alimenticios de lactasa
El complemento de lactasa es un producto de alimentación dietética, no es un medicamento. Dependiendo del grado de intolerancia, facilita la digestión de los productos lácteos a aquellas personas que sufren de intolerancia a la lactosa. Los comprimidos de lactasa compensan la propia falta de la enzima lactasa de nuestro sistema digestivo. Pero tampoco es cuestión de atiborrarse de complementos de lactasa para continuar tomando lácteos a todas horas.
Pero es la mejor opción para evitar sentirte mal cuando tienes que comer fuera de casa y no estás seguro de qué ingredientes componen tu plato; te ayudará así a evitar los efectos desagradables que ésta produce durante la digestión de los alimentos en el proceso digestivo. También puede ser útil para aquellas personas que no han perdido la costumbre de consumir alimentos lácteos y desean darse un capricho de vez en cuando.
¿Cómo funcionan?
Toma una o dos pastillas unos minutos antes de empezar a comer o con el primer bocado y listo: a compartir mesa con tus amigos y seres queridos en cualquier ocasión, y a disfrutar de la comida. Si la comida se alarga más de 30-45 minutos y sigues comiendo algún alimento que pueda contener lácteos podrías necesitar algún complemento más. En cualquier caso, sigue las instrucciones del fabricante del complemento que indicará, en su modo de uso, cómo debes tomarlos.
¿Cuántas pastillas puedo tomar?
Los complementos de lactasa suelen ser seguros y se pueden tomar cada vez que se va a tomar algún alimento que contenga algún lácteo o lactosa. No se conocen efectos secundarios a este complemento, por lo que se pueden tomar cada día, una o dos veces; aunque algunos fabricantes recomiendas no consumir más de 6 pastillas diarias.
Como es lógico, si se consumen muy a menudo pueden tener un coste alto, ya que algunas marcas de estos complementos resultan bastante caras. Los precios pueden oscilar de 0,20 Eur a 0,50 Eur por pastilla, según la marca.
Para un grado de intolerancia medio, la dosis de lactasa suele ser de 4000-9000 IU , equivalente a una o dos pastillas, a masticar o tragar antes de consumir los alimentos que puedan contener lactosa.
Pero, cabe pensar que si nuestro cuerpo no es capaz de digerir la lactosa ¿por qué forzarse a seguir tomando alimentos con lactosa en lugar de buscar otras alternativas que no nos perjudiquen y nuestro cuerpo sea capaz de procesar?
¿Qué complemento de lactasa me recomiendas?
Existen muchos complementos de lactasa, sólo tienes que pedir consejo al farmacéutico o en una parafarmacia. Pero, cuando se tiene un grado de intolerancia a la lactosa tan alto que hasta unas simples trazas te hacen sentir fatal, muchos complementos de lactasa no sirven.
Según tu grado de intolerancia y la cantidad de lactosa que pueda contener el alimento que vayas a consumir puedes escoger un complemento más o menos concentrado en lactosa.
Cuando compres complementos, escoge una marca de prestigio reconocido.
Algunas marcas: Nutira masticable y Nutira Forte, Lactoben y Lactoben Forte, Lact Digest, Lactaid…
No dudes en consultar a tu médico o nutricionista o a un farmacéutico de confianza si tienes cualquier duda.
Yo tengo una intolerancia a la lactosa MUY alta (no puedo comer nada que lleve ni lo más mínimo de lactosa) y si que me suelen funcionar los complementos de lactasa aunque alguna vez, he tenido que tomarme 4 o 5 a la vez para comer algo con lactosa (dependiendo del día).
Por cierto, me encanta esta web y el trabajo que haces!!!
Hola a todos yo desgraciadamente tengo intolerancia de lactosa y fructosa tengo doble problema porque cuando no tiene lactosa tiene fructosa y para comer fuera de casa me es muy difícil para pedir la comanda hoy me he enterado que hay estas pastillas de lactosa he comido nota y la probaré os doy las gracias a ésta página web.
No se si habrá algún remedió para la intolerancia de fructosa si fuese a sin os agradecería que me lo comuniqueis gracias y un saludo.
Hola Isabel, no me consta que exista una sustancia que ayude a poder comer alimentos con fructosa, como es el caso de la enzima lactasa para los alimentos con lactosa. Las recomendaciones de los dietistas son de seguir una dieta baja en fructosa, la dieta FODMAP está aconsejada. También es importante reducir al máximo el consumo de sorbitol, ya que aumenta el riesgo de intolerancias simultáneas y exacerbación de los síntomas.