Esta es la mejor crema de verduras que he preparado hasta ahora, y más fácil imposible. En ausencia de los lácteos hay que encontrar otras fuentes de calcio como, por ejemplo, el perejíl. Rico en vitamina K, A, y buen contenido en magnesio y calcio, el perejíl merece un post que le dedicaré pronto, además es un alimento alcalinizante. En esta versión de crema, el perejíl se consumirá casi crudo. El tahini es pasta de semillas de sésamo, también muy rico en calcio. Si no tienes no importa porque la crema estará igualmente deliciosa. Ahora os cuento cómo.
Ingredientes:
(Para dos personas)
- Dos patatas medianas peladas
- Dos cebollas medianas peladas
- 12 gr de hojas de perejíl fresco
- 1/2 cubo de caldo concentrado vegetal bio
- 2 cucharadas de Tahini (opcional)
- Sal y aceite de oliva
- Agua
- 2 huevos de codorniz cocidos (1 por persona)
- Un poco de salsa de pimientos de Espelette
- Semillas de sésamo
- 2 pinchitos
Preparación:
- En un cazo, añadir dos o tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra y sofreír las cebollas y la patatas ambas cortadas en trozos hasta que tomen un ligero color dorado. Salar ligeramente.
- Añadir agua hasta cubrir las patatas y un poco más. Añadir media pastilla de caldo de verduras concentrado. Hervir durante veinte minutos a fuego medio tapado, hasta que las patatas estén tiernas.
- Triturar las cebollas y las patatas en el blender o con la batidora. No añadir todo el caldo de una vez, para poder rectificar y así obtener la textura deseada.
- Añadir las hojas de perejíl en crudo al blender, evitar los tallos gruesos. Triturar todo bien hasta obtener una crema suave y de un color verde claro brillante. Opcionalmente añadir dos cucharaditas de tahini y rectificar de sal si fuese necesario (aunque es mejor acostumbrarse a no comer muy salado).
- Servir con un huevo de codorniz hervido y pelado, decorado con un poco de salsa de pimiento de Espelette y unas semillas de sésamo. Degustar en seguida.