Estas galletas están tan buenas como las galletas de almendra que hice la semana pasada. Son ideales para tomar en el desayuno o la merienda, para acompañar una buena tisana, roiboos o té. Son fáciles de hacer y no necesitan mucho tiempo. Si se guardan en una caja de metal o de plástico con papel de hornear estarán sabrosas al menos durante una semana.
Ingredientes:
(Para 24 minicakes)
- 125 gr de harina para repostería
- 75 gr de avellana molida
- 80 gr de azúcar de caña
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 1 cucharada sopera de aroma de flor de naranjo
- 8 cucharadas soperas de bebida de almendra
- 4 cucharadas de aceite de oliva o de colza
- 1/2 sobre de levadura química
Para decorar:
- Una manzana
- Pistachos pelados picados y no salados
- Azúcar glas
Preparación:
- Precalentar el horno a 180ºC.
- En un recipiente, poner los huevos, el azúcar, el aceite de colza o de oliva, la bebida de almendra y la esencia de flor de naranjo. Batir bien todos esos ingredientes.
- En otro recipiente, poner la harina, la avellana molida, la levadura química y una cucharadita de canela, mezclar bien.
- Ir añadiendo poco a poco la mezcla de harina al otro recipiente hasta obtener una masa espesa y homogénea.
- Rellenar los moldes, una cucharada sopera de masa por molde.
- Cortar rodajas finas de manzana pelada. Colocar dos trocitos de manzana encima de cada mini-cake y espolvorear una pizca de azúcar de caña. Hornear durante 25 minutos hasta que las galletas estén ligeramente doradas.
- Decorar con unos trocitos de pistachos no salados y azúcar glas.