El lupus es una enfermedad del sistema inmunológico, que afecta a más de 40.000 españoles, de los cuales casi 20.000 sufren Lupus Eritemaso Sistémico (LES), que es el tipo más frecuente y más grave, los casos aumentan cada año. En España, se producen entre 2 y 3 nuevos casos por cada 100.000 habitantes cada año. Los síntomas pueden ser vagos y varían de persona a persona, y por lo que el diagnóstico puede ser difícil. Sin embargo, una vez diagnosticado, una combinación de tratamiento médico y de cambios en el estilo de vida permite a la mayoría de las personas con lupus disfrutar de una vida casi normal.
DOSIER
Contenido:
- ¿Qué es el lupus?
- Tipos de lupus
- Diagnóstico
- Tratamientos para el lupus
- Lupus y embarazo
- Consideraciones nutricionales
- No hay una dieta milagrosa
- Obesidad y sobrepeso
- Daño oxidativo
- Alergias e intolerancias alimenticias
- Lácteos y lupus
- Dieta baja en calorías, baja en grasas y en proteínas animales
- Excitotoxinas
- Alimentación recomendada
- Alimentos y suplementos desaconsejados
- Tipo de vida
- Otros factores a tener en cuenta
- Medicamentos contra la fatiga
- Consideraciones sobre el uso de la fitoterapia y de los suplementos alimenticios
- Fitoterapia
- Nutrientes – suplementos
¿Qué es el lupus?
La principal función del sistema inmunológico es luchar contra los invasores extraños tales como bacterias, hongos y virus. En las enfermedades autoinmunes el sistema inmune produce anticuerpos que atacan los propios tejidos sanos del cuerpo. El lupus es una enfermedad autoinmune y los anticuerpos producidos por el sistema inmune en lupus causan inflamación, daño tisular y dolor.
¿Quién se ve afectado por el lupus? El lupus es más común en las mujeres (90%) y la mayoría desarrollan la enfermedad entre los 15 y los 45 años. Cuando el lupus se presenta en niños se diagnostica generalmente durante la pubertad.
Tipos de lupus
Hay dos tipos principales de lupus, que difieren significativamente en sus síntomas y la gravedad de los mismos.
- Lupus eritematoso sistémico (también conocido como LES y en inglés Systemic lupus erythematosus o SLE) puede afectar a casi cualquier órgano o sistema del cuerpo. En la mayoría de las personas sólo la piel y las articulaciones se ven afectadas. Sin embargo, en otros pacientes también puede afectar a los riñones, los pulmones, el corazón, los vasos sanguíneos y/o el cerebro.
- Lupus discoide (también conocido como lupus eritematoso cutáneo crónico) es generalmente más suave que el LES; por lo general, aparece como una erupción escamosa roja en las zonas expuestas al sol, como la cara, el cuero cabelludo, brazos, piernas o tronco. La mayoría de las personas con lupus discoide tienen síntomas sólo en su piel. Sin embargo, un pequeño número de personas con lupus discoide desarrollará LES.
Existen formas más leves de lupus:
- En el lupus cutáneo subagudo los principales síntomas son erupciones cutáneas, sensibilidad al sol y dolor en las articulaciones.
- Lupus inducido por medicamentos es generalmente una forma transitoria que se desarrolla como una reacción a ciertos medicamentos y desaparece cuando se dejaron los medicamentos.
Diagnóstico
El diagnóstico precoz es importante: Se sospecha lupus basándose en los síntomas que cuenta el paciente y signos clínicos y, luego, es confirmado con pruebas de laboratorio. Los análisis de sangre incluirán una prueba de anticuerpos antinucleares (ANA), que mide los anticuerpos propios a los tejidos, los leucocitos, linfocitos y plaquetas suelen estar más bajos de lo normal. Si bien esta es una buena prueba de detección, no todas las personas con LES tienen un resultado ANA positivo y muchas personas con un ANA positivo no tienen LES. Por ejemplo, parientes cercanos de los pacientes con LES pueden tener un ANA positivo sin desarrollar ellos mismos LES. Análisis de sangre adicionales son necesarios para confirmar el diagnóstico y el seguimiento de la actividad de la enfermedad, se verifica la presencia de anticuerpos anti-DNA, así como de antifosfolípidos, ambos permiten confirmar el diagnóstico.
La evolución del lupus suele ser impredecible : Para algunas personas, los síntomas desaparecen después del tratamiento del primer ataque agudo. Para otros, los periodos de mejoría (remisión) son interrumpidos por breves brotes de la enfermedad.
Diagnóstico, tratamiento y estilo de vida los cambios son importantes : Las perspectivas para la mayoría de las personas con lupus son buenas. La detección precoz, un tratamiento eficaz y algunos ajustes de estilo de vida permiten que la mayoría de las personas con lupus para sentirse bien y vivir una vida normal. Es sólo una pequeña minoría de personas que tienen la condición reduce sustancialmente su calidad de vida.
Tratamientos para el lupus
Los objetivos del tratamiento para el lupus son reducir la inflamación en los tejidos y mejorar la calidad de vida. El tratamiento debe ser individualizado, teniendo en cuenta la gravedad de la enfermedad.
Hay cinco grupos principales de fármacos que se utilizan para tratar el lupus:
- Medicamentos no esteroides antiinflamatorios (AINE), como la aspirina, el ibuprofeno, el naproxeno y los inhibidores de la Cox-2 reducen la inflamación y pueden aliviar la fiebre, dolores musculares y artritis que acompañan el lupus, pero no alteran el curso de la enfermedad o el subyacente proceso inmunológico.
- Medicamentos contra la malaria (como la hidroxicloroquina y la cloroquina) se utilizan a menudo para reducir dolores en las articulaciones, erupciones cutáneas y fatiga.
- Los corticosteroides (como la prednisolona) son medicamentos antiinflamatorios muy eficaces y son los fármacos de elección para el tratamiento de las complicaciones graves de lupus, como las que afectan a los pulmones y el corazón, el sistema nervioso.
- Medicamentos inmunosupresores (como el metotrexato) suprimen el sistema inmunológico y se utilizan generalmente cuando la enfermedad grave es presente y esteroides por sí solos no son suficientes para controlar la enfermedad.
- Drogas citotóxicas (como la ciclofosfamida) son agentes inmunosupresores potentes que se utilizan para el tratamiento de graves manifestaciones de LES, especialmente la inflamación del riñón (glomerulonefritis).
Lupus y embarazo
Las mujeres con lupus deben hablar con su médico antes de considerar el embarazo. Deben ser conscientes de los riesgos potenciales para ellas y para el bebé. Es preferible cuando el lupus está en remisión, ya que esto reduce el riesgo de una exacerbación de la enfermedad durante el embarazo. Pueden aparecer brotes de lupus durante el embarazo pero suelen ser leves y se producen en los primeros tres meses (1er trimestre). Tras el parto, en las primeras semanas las nuevas madres pueden experimentar brotes de lupus, suelen ser controlados con corticosteroides.
Es importante discutir las opciones de tratamiento con su médico para asegurarse de que cualquier medicación tomada antes de quedarse embarazada no afectará negativamente al embarazo y al feto. Las mujeres no deberían tener dificultades para quedar embarazadas ya que el lupus no suele bajar la fertilidad, pero una pequeña proporción de las mujeres sufrirán aborto involuntario de forma recurrente.
Consideraciones nutricionales
No hay una dieta milagrosa
No existe una dieta mágica que resuelva esta enfermedad autoinmune, pero una dieta saludable puede ayudar a luchar contra la inflamación y a mantener un mejor estado de salud por más tiempo.
Todas las fuentes consultadas coinciden que seguir una dieta baja en grasa, en sal y en proteína de origen animal tiene un efecto positivo. En general, el paciente de lupus debe tratar de comer una dieta nutritiva, variada y bien balanceada que contenga muchas frutas y verduras frescas, cereales y granos completos y cantidades moderadas de carnes magras blancas, aves y pescados. [1]
Obesidad y sobrepeso
Alrededor de la mitad de los pacientes con LES sufren de sobrepeso u obesidad. Seguir una dieta con un índice glicémico bajo y baja en calorías puede ser una solución para perder peso aunque no ayuda a evitar los síntomas de lupus. Sin embargo, una dieta saludable puede contribuir a evitar que la enfermedad se agrave aún más. [2]
Los pacientes con lupus deben evitar exponerse a la luz solar, lo que tienen un riesgo alto de déficit de vitamina D. Se ha demostrado que la falta de vitamina D está asociada con el sobrepeso y la obesidad, además favorece los estados inflamatorios. [3]
Daño oxidativo
Un nivel bajo de antioxidantes aumenta el riesgo de enfermedades inflamatorias. El daño oxidativo está implicado en la patogénesis de la artritis reumatoide y del lupus eritematoso sistémico. Las personas con LES suelen tener concentraciones séricas de alfa-tocoferol (vitamina E), beta-caroteno y retinol (vitamina A) inferiores a lo normal.[4]
Alergias e intolerancias alimenticias
Numerosos estudios muestran que la alergia o intolerancia alimentaria, definida como una respuesta inmunológica a los antígenos de alimentos o para la flora bacteriana intestinal, aunque de forma débil podría estar involucrada en la patología de la enfermedad en la mayoría de los pacientes con artritis reumatoide y también con LES. Es posible que un agente exógeno como un antígeno de alimentos pueda iniciar un proceso inmune patológico en un individuo genéticamente susceptible.
El trigo y otros cereales pueden provocar una respuesta alérgica de células T a través de sus estructuras de lectina. Las lectinas son moléculas de proteínas o glicoproteínas que se unen a hidratos de carbono específicos. Estas moléculas pueden provocar una respuesta inmune significativa, y aunque están muy presentes en los alimentos, el trigo y otros cereales modernos tienen un contenido particularmente alto; también las lentejas son altas en lectinas. Las lectinas son bastante resistentes al calor, por ejemplo, lentejas tienen que ser cocinadas durante mucho tiempo para inactivarlas.
Las frutas cítricas, que contienen otras aminas vasoactivas (octopamina fenilefrina), se encuentran entre los alimentos que se asocian con una agravación de síntomas.
El consumo de café y bebidas alcohólicas liberaran adrenalina y/o noradrenalina, por lo que pueden tener un efecto farmacológico. El consumo de alcohol también puede dar lugar a la liberación de histaminas, y ciertos vinos tintos tienen, además, una alta concentración de histamina, que puede explicar una forma de intolerancia que se ha notificado con frecuencia. La histamina presente en los alimentos es metabolizada en el intestino por una enzima llamada DAO. La ausencia o inactividad de esta enzima produce acumulación de la histamina en sangre provocando diferentes tipos de trastornos como problemas intestinales, de la piel y migrañas.
La flora bacteriana intestinal es conocida por ser afectada por la dieta, y se ha sugerido que una dieta que podría alterar la flora intestinal también podría actuar como activador de la enfermedad. Esta teoría fue apoyada por el hallazgo de que ciertos cambios en la actividad de la enfermedad se relacionaron con alteraciones de la flora intestinal en pacientes que cambiaron de una dieta omnívora a una dieta vegetariana.[5]
Los efectos de la ingesta de alimentos funcionales (es decir, alimentos como medicina) más concretamente de almentos que favorecen el crecimiento de bacterias que promueven la salud en el intestino y de alimentos fermentados que contienen bacterias saludables, representa un nuevo campo de investigación prometedor.[[6]]
Lácteos y lupus
Como sucede con muchos otros trastornos de la salud, las opiniones sobre el consumo de lácteos divergen entre las distintas fuentes médicas y científicas consultadas. Mientras unos desaconsejan totalmente el consumo de lácteos por su potencial inflamatorio, otros los recomiendan, pero en su forma baja en grasa ya que el consumo de grasas saturadas está desaconsejado en esta enfermedad. Los que recomiendan consumir lácteos lo hacen principalmente apoyándose en las necesidades de calcio, pero sabemos que éstas pueden ser cubiertas con otros alimentos que contienen calcio, también gracias a los alimentos enriquecidos con calcio y vitamina D y/o suplementos.
Numerosos estudios han mostrado que la eliminación total de los lácteos ayuda a aliviar o mejorar los síntomas de muchas enfermedades autoinmunes. Como la leche es un alimento altamente alérgeno, el paciente de lupus debería probar si abandonar totalmente el consumo de lácteos, durante al menos un mes, le produce algún efecto positivo.
Dieta baja en calorías, baja en grasas y en proteínas animales
Estudios de laboratorio han mostrado que la restricción calórica y de proteínas animales es beneficiosa en enfermos de lupus. La restricción de proteínas animales también está asociada con una mayor supervivencia del lupus en ratas. Dietas bajas en amino ácidos fenilalanina (que se encuentra en la carne de buey y en los lácteos), caseína y triptófano se han mostrado beneficiosas para el tratamiento de ratones con lupus. Otros estudios en animales indican claramente que las grasas saturadas, una cantidad excesiva de ácidos grasos poliinsaturados omega 6 y la L-canavarina (esta última, presente en la alfalfa) agravan el lupus. [7],[8]
Excitotoxinas
También se ha comprobado que la exclusión de excitotoxinas como el glutamato monosódico (E-621) y el aspartamo (E951) mejora la condición de los pacientes con enfermedades autoinmunes.
Alimentación recomendada:
- Beber mucha agua, al menos 8 vasos al día.
- Consumir cada día varios vasos de jugos de verduras y frutas frescas recién obtenidos (batidos o licuados), aportan numerosos antioxidantes, son anti-inflamatorios y ayudan a desintoxicar los riñones y el hígado.
- Utilizar sólo aceite de oliva virgen extra, aceite de coco 100% ecológico.
- Alimentos ricos en vitamina A: jugo de zanahoria, zanahoria, boniato, chalotas, calabaza, espinacas, col kale, albaricoque, acelgas, papaya.
- El aceite de linaza y las semillas de lino molinas aportan ácidos grasos omega-3 y ácido alfa-linolénico, que puede ayudar a reducir la inflamación. Un estudio sugiere que las personas con lupus que tomaron linaza tuvieron una mejor función renal. Otra opción es el Aceite de Onagra.
- Evitar el exceso de proteínas y calorías.
- Sardinas y otros pescados azules (no fritos) con regularidad pero no en exceso ya que son fuentes de ácidos grasos esenciales, en exceso como contienen purinas pueden favorecer exceso de ácido úrico.
- Fuentes de selenio: boquerones, vieiras, pulpo, trucha, carpa, salmón, sardinas.
- Huevos y cebolla. Estos alimentos contienen azufre que favorece la absorción del calcio y también se necesita para reparar y reconstruir los huesos, los cartílagos y el tejido conectivo.
- Alimentos ricos en vitamina E: Almendras, avellanas, aceite de hígado de bacalao.
- Arroz integral de cultivo ecológico.
- Mejor pescado que carne.
- Vegetales de hoja verde.
- Frutas frescas no cítricos (plátanos, arándanos, frambuesas, granada, fresas, papaya, manzana, melón,…) .
- Piña fresca ya que contiene bromelaína, una enzima excelente contra la inflamación.
- Harina de avena y cereales integrales bio (de preferencia sin gluten).
- Seguir una dieta con alimentos ricos en fibra dietética.
- Incluir alimentos ricos en hierro en su dieta, de preferencia de origen vegetal (espinacas y otros alimentos de hoja verde).
- Incluir la cúrcuma y el jengibre en la dieta habitual, son excelentes antioxidantes et anti-inflamatorios. La cúrcuma ayuda a reducir la actividad de la enfermedad. La cúrcuma puede estar contraindicada para personas con problemas de la vesícula biliar y que toman medicamentos como la warfarina (se utiliza para evitar que se formen coágulos sanguíneos).[5] [9]
El consumo moderado de alcohol no suele ser un problema pero puede interactuar con algunos medicamentos y algunas personas tienen intolerancia a las histaminas.
Alimentos y suplementos desaconsejados:
- Alfalfa ni brotes de alfalfa: contiene un aminoácido L-canavanina que favorece la inflamación.
- El ajo: Los científicos creen que tres substancias presentes en el ajo (alicina, ajoeno y tiosulfinatos) revolucionan el sistema inmunológico mediante el aumento de la actividad de los glóbulos blancos, en particular los macrófagos y linfocitos. Los científicos también creen que los componentes sulfurosos del ajo ayudan a prevenir y reprimir el cáncer en el cuerpo. Por esta razón, el ajo se utiliza a menudo como un suplemento para combatir resfriados e infecciones. Por desgracia, la mejora de la respuesta inmune es contraproducente en personas con enfermedad autoinmune como lupus, debido a que su sistema inmunológico ya es hiperactivo. Como resultado, las personas con signos de lupus y similares al lupus deben evitar cocinar con ajo y agregarlo a la alimentación. Por supuesto, una pequeña cantidad de este bulvo no puede hacerle daño, pero es preferible evitar conscientemente su compra y la preparación de platos con ajo.[10]
- Leche, quesos, mantequilla, helados y otros lácteos. [11] La sensibilidad a los lácteos varía según las personas. Por un lado, la caseína es un alérgeno que puede alterar el sistema inmune, por otro, los lácteos son alimentos ricos en grasas saturadas. Aquellas personas que quieren seguir tomando lácteos deben seleccionar sólo lácteos bajos en grasa como los yogures descremados no azucarados y sin aditivos.
- Productos a base de harina de trigo, cebada y centeno. Muchos pacientes de lupus sienten mejoría retirando el gluten de la dieta. La avena puede contener gluten por contaminación cruzada, pero se puede encontrar avena libre de gluten.
- Carne roja ya que un alimento que favorece la inflamación.
- Evitar los alimentos ricos en zinc: carne, ostras, nueces de Brasil.
- Atún y pez espada y otros peces grandes ya que pueden contener un alto porcentaje de mercurio. El lupus también se ha asociado a una posible relación con la toxicidad del mercurio como desencadenante.
- Todos los embutidos y carnes otras procesadas.
- Bollería industrial ricas en grasas saturadas.
- Evite la cafeína.
- Frutas cítricas.
- Paprika y otras especias picantes.
- Sal y alimentos ricos en sodio ya que el lupus favorece la retención de líquidos y la formación de edema.
- Todo lo que contenga azúcar.
- Vegetales solanáceos (pimientos, berenjenas, tomate y patatas blancas). Estos alimentos contienen una sustancia llamada solanina que favorece la inflamación y el dolor.
- Grasas ricas en omega 6: aceite de girasol, aceite de maíz, aceite de avellanas, aceite de sésamo, tahini, piñones, semillas de calabaza, aceite de cacahuete, margarinas, mayonesa, germen de trigo y aceite de germen de trigo.
- Cocer los alimentos a baja temperatura (de preferencia al vapor), evitar cocciones a altas temperaturas como fritos, gratinados y cocción al grill o barbacoas ya que producen sustancias tóxicas pro-inflamatorias e incluso cancerígenas.
Suplementos:
- El hierro como suplemento puede contribuir a aumentar el dolor, la formación de edema y destrucción de las articulaciones.
- La melatonina y Rozerem (ramelteon) : La melatonina es una hormona secretada por la glándula pineal en el cerebro que regula otras hormonas en el cuerpo que controlan cómo su cuerpo reacciona a los patrones diarios de luz y oscuridad. Liberación de melatonina se suprime durante las horas de luz del día y estimulada por la oscuridad, lo que ayuda a cumplir con los patrones de sueño nocturno y la vigilia diurna. Como resultado, la melatonina se utiliza a menudo como una ayuda para dormir, en forma de suplementos o añadida a algunos medicamentos. Las personas con lupus y otras enfermedades autoinmunes deben evitar tomar melatonina y suplementos que contienen melatonina, ya que pueden estimular el sistema inmunológico. Además, las personas con estas condiciones también deben evitar tomar Rozerem (Ramelteon), porque imita la melatonina en el cuerpo.
Tipo de vida
- Descansar mucho.
- Hacer ejercicio moderado pero con regular para reforzar su tono muscular.
- No exponerse al sol. No salga al aire libre cuando la luz del sol es más intensa, utilice protección solar nivel 15 o superior.
- No fumar. El tabaco es un potente oxidante de nuestro organismo y agrava la enfermedad.
- Utilizar jabones y cosméticos hipoalérgicos y naturales.
- Evitar los desodorantes químicos especialmente aquellos que contienen aluminio.
- Evitar exponerse a la luz fluorescente tanto en el hogar como en el trabajo. Pueden agravar los síntomas. En la medida de lo posible remplace la luz fluorescente y halógena por lámparas incandescentes.
- Evitar contagiarse. El contacto con personas que puedan estar enfermas y los grandes grupos de gente es un riesgo para atrapar infecciones como resfriados comunes. Las personas con lupus son más sensibles a atrapar virus.
- Las pastillas anticonceptivas pueden exacerbar el lupus.
- Controlar si sufre de alergias o intolerancias alimentarias para evitar dichos alimentos que fragilizan su intestino y, en consecuencia, su sistema inmunitario.
- Eliminar las amalgamas a base de mercurio. Se asocia el mercurio como un desencadenante de esta enfermedad.[13]
Otros factores a tener en cuenta
- Algunos investigadores opinan que el lupus es causado por genes defectuosos, pero son factores externos los que precipitan la enfermedad. Entre las sustancias que pueden actuar como activadores están muchas sustancias químicas, contaminantes ambientales, aditivos alimenticios y algunos alimentos.
- Según otra teoría, hasta el 10 por ciento de los casos de lupus pueden deberse a reacciones a algunos medicamentos. Este tipo de lupus no suele afectar los riñones ni el sistema nervioso o sus efectos son menos graves. También se ha asociado con las vacunas aunque no está demostrado. Algunos de estos medicamentos son: Hydralazina (apresolina) que los médicos prescriben para la presión arterial y Procainamida (Procan) que se prescribe para la frecuencia cardíaca irregular.
- Los casos no muy graves de lupus suelen reaccionar bien con la toma de suplementos alimenticios para fortalecer el sistema inmunológico y evitar carencias.
- El uso frecuente de corticosteroides favorece la descalcificación ósea y la aparición de osteoporosis.
Medicamentos contra la fatiga
Belimumab es un anticuerpo monoclonal completamente humanizado que se une a la forma soluble de la proteína estimulador de linfocitos B e inhibe su actividad biológica. Belimumab es eficaz para reducir la fatiga en pacientes con LES activo y sin nefritis severa o afectación del sistema nervioso central.
Consideraciones sobre el uso de la fitoterapia y de los suplementos alimenticios
La fitoterapia y el uso de suplementos alimenticios pueden ser de gran ayuda en el tratamiento de muchas enfermedades. Sin embargo, es importante que el paciente discuta con su médico primero. Esto es particularmente importante porque algunas hierbas medicinales pueden interactuar con medicamentos utilizados para tratar el lupus o tener efectos secundarios no deseados. Los suplementos no deben ser usados si se tienen cubiertas las necesidades nutricionales diarias y no se tiene riesgo de carencias.
Fitoterapia
El tratamiento natural del LES a base de hierbas medicinales es controvertido desde el punto de vista científico. Por lo general, está basado en enfoques empíricos, la herbolaria tradicional de Asia o en conceptos de la patología que no han sido definitivamente demostrados con estudios científicos. Aunque existe numerosa literatura sobre el uso de determinadas plantas en el tratamiento del LES prefiero no apuntar ninguno de esos remedios ya que no he encontrado pruebas científicas que demuestren su eficacia de forma clara.
Sin embargo, los medicamentos utilizados en el tratamiento de esta enfermedad son extremadamente fuertes y suelen fragilizar el intestino. Por ello, el consumo de tisanas calmantes para tratar los problemas intestinales puede ser de gran ayuda.
Tisana digestiva – Receta 1:
- Menta (Mentha piperita),
- Manzanilla (Matricaria recutita),
- Hinojo (Foeniculum vulgare),
- Regaliz (Glycyrrhiza glabra),
- Malvavisco (Althea officinalis).
Tisana digestiva – Receta 2:
- Manzanilla (Matricaria recutita),
- Hinojo (Foeniculum vulgare),
- Maria Luisa (Aloysia citriodora),
- Melisa (Melissa officinalis)
En partes iguales de cada una de las hierbas: Preparar una decocción durante 10-20 minutos. Una cucharada sopera de la mezcla por taza. Tomar 3 veces al día de preferencia antes de comer.
Si se hace mayor cantidad se cuela y se guarda en la nevera para consumir en el mismo día. Se recalienta antes de tomar.
Nutrientes – suplementos
Los suplementos son necesarios si la dieta no cubre las necesidades del paciente. Es importante verificar los aportes nutricionales en una dieta tipo para establecer qué suplementación es necesaria para cada persona.
Calcio | Necesarios para el equilibrio del pH y para prevenir la pérdida ósea causada por la artritis si se toman corticosteroides o se tiene una dieta deficitaria en calcio. El magnesio ayuda a combatir el cansancio. |
Magnesio | |
Vitamina D | La falta de luz solar produce déficit de esta importante vitamina. La vitamina D es fundamental para la formación del hueso y como anti-inflamatorio.
La suplementación de vitamina D ayuda a mejorar la sensación de fatiga [2,3] |
L-cisteína [[14]] | Ayudan a proteger y a conservar las células importantes para la formación de la piel y para la actividad de los glóbulos blancos. |
L-lisina [15] | La lisina ayuda a prevenir las úlceras bucales y protege contra los virus
Las personas con LES suelen tener niveles bajos de L-lisina. |
Ácidos grasos esenciales (aceite de linaza) | Ayudan a prevenir la artritis, protegen las células cutáneas y son necesarios para la reproducción de todas las células corporales. Importante para la salud de la piel, los huesos y tejido conectivo.
La condroitina es un constituyente esencial del cartílago y es producida naturalmente por el cuerpo. Pueden ayudar en el tratamiento de la osteoartritis y del lupus eritematoso. |
Glucosamina
y Condroitina |
|
Complejo multivitamínico
que incluya vitaminas del grupo B |
Proporciona los nutrientes de los que suele haber deficiencia. Utilizar una fórmula hipoalérgica de alta calidad. Cura las úlceras bucales y protege contra la anemia. Protege el tejido cutáneo. Importante para la función cerebral y para la digestión. Muchas personas con lupus tienen deficiencia de vitaminas del grupo B.[16] |
Pycnogenol
o extracto de semillas de uva |
Estos poderosos antioxidantes y neutralizadores de los radicales libres protegen las células. [17] |
Vitamina A | Poderoso antioxidante y neutralizador de los radicales libres, necesario para la curación de los tejidos. Para facilitar su asimilación es mejor utilizar en forma de emulsión [4] |
Betacarotenos naturales | Antioxidantes y precursores de la vitamina A [4] |
Vitamina E | Es preferible el consumo de esta vitamina a través de la alimentación que con suplementos. Este poderoso antioxidante ayuda al organismo a utilizar el oxígeno más eficazmente y promueve la curación.[4] |
Bromelaína | Enzima presente en la piña, es un excelente anti-inflamatorio |
N-acetilcisteína (NAC)
|
NAC es un aminoácido precursor de glutatión, sirve como un inhibidor de los procesos inflamatorios autoinmunes. Los datos sugieren que los pacientes con LES tienen bajos niveles de glutatión. [2] |
Aceite de pescado | El aceite de pescado es un suplemento oral ampliamente disponible y con riesgos mínimos. Los resultados del estudio mostraron indicios positivos el grupo de tratamiento con LES para mejorar su calidad de vida, la fatiga, la actividad de la enfermedad, y los biomarcadores de inflamación.[1] |
gracias por publicar ,esto vale la pena leer y me prestara mucha utilidad gracias
Hola quisiera una lista de frutas permitidas, también quiero saber sobre el consumo de aves, cerdos. Y qué vegetales debo dejar y cuáles retirar.
Prácticamente todas las frutas frescas son bien toleradas (plátanos, arándanos, frambuesas, granada, fresas, papaya, manzana, melón,…) .
Así como la piña fresca ya que contiene bromelaína, una enzima excelente contra la inflamación.
DESACONSEJADOS todos los cítricos (limón, naranja, mandarina, pomelo, etc.)
hola buena tarde quisiera saber si consumir soda y limon tienes alguna contraindicaciones en paciente con lupus gracias
A pesar de qué el consumo de bicarbonato de sodio figura entre la liste de remedios naturales que se utilizan contra el lupus, no he encontrado estudios científicos publicados sobre su impacto en la enfermedad. Antes de tomarlo, le recomiendo que consulte a su médico.