Nunca pensé que se podían conseguir dulces tan buenos sin tener que usar el horno y, casi, sin fogón. Ya no me quedaré envidiando a mis compañeros que comen delante mío postres de tiramisú porque ya tengo el mío, que es 100% sin lácteos y está buenísimo.
El tiramisú es el dulce italiano más conocido. Está hecho con crema, mucha crema mascarpone. Así que las personas que no podemos tomar lácteos son de esos platos que dicen «mírame y no me toques».
Esta alternativa vegana es excepcionalmente buena pero, como el postre original, también es muy calórica, y aunque es mucho más saludable es mejor consumirlo con moderación.
Se puede utilizar otro tipo de nueces como las de macadamia.
Recomiendo utilizar moldes individuales para este postre ya que, con su textura cremosa, es difícil de manipular con la forma que yo le he dado.
Se requieren un día y medio a dos días de elaboración, si quieres comerlo un domingo, empieza a pensar a prepararlo el viernes.
Ingredientes:
(8 porciones pequeñas)
Para la base:
- 100 g de nueces pecanas al natural (o de avellanas tostadas)
- 50 g de almendra molida
- 50 g de dátiles
- 1 cucharada de cacao en polvo 100%
- 2 cafés expresos italianos o 40 g de agua y 2 c.c. de café negro soluble
Para el relleno:
- 300 g de anacardos al natural
- 50 ml de jarabe de agave
- 50 ml de jarabe de arce
- 150-200 ml de agua
- 4 cucharadas de aceite de coco
- 1,5 cucharadas de levadura nutricional
Preparación:
- Poner en remojo 300 g de nueces pecanas al natural, sin sal ni azúcar, durante toda la noche. Las nueces absorberán el agua y doblarán su tamaño.
- A la mañana siguiente, escurrir las nueces y colocarlas en un blender, o en un recipiente para utilizar una batidora eléctrica de alta velocidad.
- Añadir 300 ml de agua, 50 ml de jarabe de arce, 50 ml de jarabe de ágabe, 4 cucharadas soperas de aceite de coco, y una cucharada y media de levadura alimenticia. Batir hasta que quede una crema espesa muy lisa. Se necesitan varios minutos de batido intenso para evitar que quede una textura arenosa. La crema debe tener una textura de natillas, ni muy espesa ni muy líquida.
- En el recipiente de una picadora eléctrica se colocan 100 g de nueces de pecán o de avellanas, 50 g de pulpa de dátil, 40 g de café expreso, una cucharada de cacao puro 100% en polvo. Picar hasta obtener una masa densa y compacta.
- Extender la masa con el café como base en moldes individuales. Rellenar con la crema blanca.
- Colocar en la nevera durante, al menos, seis horas. La levadura hará que se espese la crema y quede compacta.
- Si se desea en forma de pastel helado, se puede poner 30 minutos en el congelador para que se la masa sea más sólida. No congelar completamente.
- Justo antes de comer, espolvorear con cacao en polvo y, opcionalmente, adornar con frambuesas o fresas cortadas.