La diabetes tipo 2 es el tipo más común de diabetes, suele desencadenarse alrededor de los 50 años de edad, aunque cada vez hay más personas que desarrollan esta enfermedad a una edad más temprana. El cambio del estilo de vida que incluye mantener el peso corporal normal, adoptar una dieta saludable, evitar el tabaquismo y practicar actividad física con regularidad son la piedra angular de la prevención de la diabetes tipo 2 o retrasar su aparición.
El grupo de personas con un mayor riesgo de desarrollar diabetes son:
- Las personas con sobrepeso u obesidad,
- Las personas con antecedentes familiares de diabetes,
- Quienes tienen 40 años de edad o más,
- Las mujeres (las féminas tienen 50% más probabilidades que los hombres de desarrollar diabetes).
Sin embargo, la diabetes no es inevitable.
La «diabetes tipo 2″, «diabetes del adulto», «diabetes resistente a la insulina», «diabetes mellitus no dependiente de insulina» son las denominaciones de una enfermedad metabólica que afecta a la regulación de la glucosa en sangre, que está teniendo un importante aumento de su incidencia a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud, la diabetes será la séptima causa de mortalidad en 2030.
Sucede cuando el cuerpo no produce suficiente insulina o el cuerpo no puede utilizar la insulina que produce. Su gestión inadecuada puede conducir a problemas graves de salud que incluyen enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, enfermedad renal, ceguera, daño al sistema nervioso, retinopatía diabética, amputaciones de pies y piernas y muerte temprana.
¿Cuál es el nivel normal de azúcar en sangre?
Cuando hablamos de «azúcar en sangre», lo que significa es «glucosa en sangre.» Los dos términos significan lo mismo.
¿Cuáles son los valores normales de glucosa? Varían todo el día. Para alguien que no tiene diabetes, el azúcar en sangre al despertar, en ayunas, debe ser inferior a 100 mg/dL. Antes de las comidas los niveles de azúcar normales oscilan entre 70 y 99 mg/dL. El nivel de azúcar «postprandial», dos horas después de haber comido, debe ser inferior a 140 mg/dL.
Glucosa sanguínea en ayunas (*) |
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Niveles de Glucosa | Interpretación |
De 70 a 99 mg/dL (3.9 a 5.5 mmol/L) | Tolerancia normal a la glucosa |
De 100 a 125 mg/dL (5.6 a 6.9 mmol/L) | Alteración de la glucosa en ayunas (pre-diabetes) |
Igual o superior a 126 mg/dL (7.0 mmol/L), en más de una ocasión | Diabetes |
(*) No se autodiagnostique. Consulte a su médico para interpretar los datos de sus analíticas.
Diabetes tipo 2 ¿cómo prevenirla?
Pequeños cambios en su estilo de vida pueden ayudar a reducir en gran medida las posibilidades de desarrollar esta enfermedad. Uno de los cambios importantes es la dieta. Existen ya numerosas evidencias que demuestran la importancia de la dieta en el control de la diabetes tipo 2. Las personas con sobrepeso u obesidad que pierden peso mejoran la sensibilidad a la insulina.
Una dieta adecuada y la práctica de ejercicio físico varios días por semana son indispensables para mantener:
- Un buen control glucémico.
- Los niveles saludables de grasas en sangre.
- Una buena presión arterial.
- Un peso saludable.
Diabetes tipo 2 ¿qué puedo comer?
La gestión de la dieta moderna contra la diabetes implica esencialmente modificaciones del tipo, la calidad y la cantidad de alimentos que debe tomar el paciente diabético. Es importante tener en cuenta que para conseguir con éxito un cambio de dieta, suele ser más eficaz hacer cambios graduales y realistas durante un largo período de tiempo que intentar cambiar la dieta de un día para otro.
Se recomienda consultar a un dietista o nutricionista registrado para obtener los consejos personalizados así como un plan de alimentación que se ajuste a las necesidades del paciente con diabetes tipo 2. El apoyo de familia y amigos también es importante.
¿Consejos generales sobre alimentación?
Las siguientes recomendaciones son aplicables a las personas que siguen una dieta sin lácteos y quieren prevenir la diabetes o mejorar su salud independientemente del tipo, el peso, la edad, el sexo o la ocupación.
Los cambios básicos que se deben hacer son:
- Reducir el tamaño de las porciones.
- Es preferible tener comidas pequeñas espaciadas durante el día (5 o 6 comidas al día, en lugar de 3) para evitar picos de glucosa en sangre.
- Incluir muchas más verduras y legumbres en la dieta. Consumir todos los días una gran ensalada variada, verdura dos veces al día, fruta, frutos secos, varias veces por semana legumbres.
- Comer fruta y consumirla en el momento adecuado, es decir junto a una comida rica en fibra o proteínas. No comer fruta con el estómago vacío ya que puede provocar un aumento rápido de la glucosa.
- Dieta baja en hidratos de carbono: Seguir una dieta baja en carbohidratos evitando todos los derivados de las harinas blancas. La mayoría de los hidratos de carbono consumidos deben ser en forma de almidón (polisacáridos) tales como maíz, arroz integral, frijoles, pan integral, patatas, boniato.
- Comer comida de verdad, cocinando a partir de ingredientes básicos es preferible que consumir platos preparados (éstos suelen contener más sal, más grasas saturadas y, a menudo, llevan azúcar escondida).
- Reducir el consumo de azúcar. Todos los azúcares refinados, tales como glucosa, sacarosa, fructosa y los productos que los contienen (refrescos, dulces, caramelos, etc.) así como la miel se deben evitar, excepto durante los episodios de hipoglucemia grave. Estos azúcares simples se absorben fácilmente causando un rápido aumento del azúcar en la sangre.
- Reducir drásticamente el consumo de grasas saturadas: La grasa animal como la mantequilla, manteca de cerdo, yema de huevo y otros alimentos con alto contenido en ácidos grasos saturados y colesterol debe reducirse a un mínimo y sustituirlo por aceites vegetales.
- Abandonar totalmente el consumo alimentos con grasas trans.
- Reducir el consumo de alimentos de origen animal.
- Los alimentos altos en proteínas (pescado, carne, frijoles, cangrejo, cangrejos, soja, pollo, etc.) y la sal deben ser restringidos para aquellos con nefropatía diabética.
- Evitar los alimentos fritos.
- Evitar la comida chatarra (chips, snacks, fast-food).
- Evitar en lo posible los alimentos salados y la sal añadida a la comida. De manera preventiva, la sal debe reducirse aunque no se tenga hipertensión.
En cuanto a las bebidas:
- Sólo beber agua: libre de azúcar y sabores.
- Se pueden tomar tisanas.
- Se puede incluir té y café (máximo 3 al día) sin azúcar.
- Evitar los jugos de frutas.
- Evitar las bebidas gaseosas azucaradas ya que contribuyen al desarrollo de la diabetes.
- El consumo de bebidas alcohólicas no azucaradas sólo está permitido con mucha moderación.
- No consumir bebidas alcohólicas azucaradas como los licores o vinos dulces.
Edulcorantes, alternativas al azúcar
Se utilizan sustitutos del azúcar en diversos alimentos y bebidas muy populares en muchos países. A pesar de la seguridad alimentaria de algunos de los edulcorantes más utilizados, sigue existiendo controversiva en el uso de algunos de ellos. Pueste que no son indispensables, parece prudente usarlos con gran moderación.
Los edulcorantes más utilizados son: Stevia, acesulfamo-K, aspartamo (Equal) y sucralosa (Splenda), NutraSweet (aspartamo y neotamo), Canderel (aspartamo) cada uno con una ingesta diaria admisible.
Dieta rica en fibra
Salvo contraindicación médica, lo ideal es fijarse un objetivo de un consumo de 40 gramos de fibra dietética al día, repartidos en 5 o 6 comidas, pero hay que empezar poco a poco para habituar a nuestra flora intestinal. La fibra se obtiene gracias a las legumbres, las verduras y las frutas, también gracias a los cereales integrales y semillas (cebada, avena, mijo, trigo integral, arroz integral, semillas de chía y de linaza, etc.).
Cuidado con el exceso de grasas incluyendo las grasas vegetales
Aunque la mayoría de los aceites vegetales son más saludables que las grasas animales, es importante no consumirlos en exceso. Todas las grasas y aceites tienen un gran alto contenido en calorías. Como una de las recomendaciones es mantener el peso ideal, es recomendable consumir con moderación los aceites vegetales y todos aquellos alimentos ricos en aceites como las aceitunas, aguacates, tahini, mantequilla de cacahuete.
La dieta vegana es ideal para las personas con diabetes
Una dieta vegana es una forma de alimentación 100% vegetal ya que no contiene productos de origen animal en absoluto. Por lo tanto, no se come carne, pollo, pescado, marisco, productos lácteos ni huevos. Suele ser baja en grasas y rica en verdura, legumbres, cereales integrales y frutas.
Numerosos estudios han demostrado que hasta el 43% de las personas que siguen una dieta vegana dejan de necesitar medicamentos para la diabetes. Entre aquellas personas que siguen necesitando medicamentos hipolipemiantes, el grupo vegano también tiene descensos más sustanciales en sus niveles de colesterol total y LDL.
Superalimentos contra la diabetes
Son todos aquellos alimentos que tienen un bajo índice glucémico y proporcionan nutrientes esenciales que suelen faltar en la dieta actual típica, tales como: calcio, potasio, fibra, magnesio, vitaminas A, C y E. Es importante obtener la vitamina D necesaria. Consultar a su médico por si necesita suplementos.
Legumbres, frijoles: Contienen mucha fibra, son muy nutritivos y son buenas fuentes de proteínas, magnesio y potasio. No contienen grasas. Si se consumen enlatados tener cuidado con el posible exceso de sodio (sal).
Verduras de hoja verde oscuro: Espinaca, acelga, col, col rizada. Bajos en calorías y carbohidratos son excelentes fuentes de vitaminas, minerales y fibra.
Fruta cítrica: Pomelos, naranjas, limones y limas, kiwi. Excelente fuente de vitamina C.
Boniatos, patatas dulces: Alto contenido en vitamina A y fibra. Son una buena alternativa a la patata ya que tienen un IG inferior.
Bayas: Arándanos, fresas, frambuesas, moras. Llenos de antioxidantes, vitaminas y fibra, son fantásticos en macedonia o en un yogur bajo en grasa.
Tomates: Consumidos de cualquier manera, crudos, en puré o salsa, aportar un montón de antioxidantes, vitaminas y minerales.
Pescados ricos en omega-3 los ácidos grasos: Pescado azul (sardina, caballa, salmón) a la plancha, al horno o al vapor (evitar fritos y empanados).
Sorgo: Un cereal sin gluten con excelentes valores nutricionales, rico en fibra, que inhibe la absorción de almidón por el cuerpo lo que ayuda a regular los niveles de insulina y glucosa en el cuerpo.
Granos enteros de cultivo ecológico: El germen, el salvado del grano entero contienen un gran número de nutrientes esenciales, incluyendo ácido fólico, magnesio y otros minerales.
Frutos secos y semillas: Nueces, almendras, avellanas son un excelente tentempié, aportar grasas saludables, magnesio y fibra. Además, las semillas de lino, semillas de chía tienen un alto contenido de ácidos grasos omega-3.
Canela: Es un complemento útil en una terapia de medicina integral en el manejo de la diabetes tipo 2 ya que tiene la capacidad de reducir la glucemia en modelos animales y los seres humanos. Sólo la variedad de Canela de Ceylan (Cinnamomum zeylanicum) con su bajo contenido en cumarina sería una alternativa más segura. Los otros tipos de canela son a evitar.
Jugo fermentado de arándanos: Los estudios recientes informaron de que la fermentación de zumo de arándanos (Vacciniumangustifolium; FBBJ) por Serratia bacteria vaccini posee un fuerte potencial antidiabético potencial tanto in vivo como in vitro.
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