La población que vive en ciudades crece y el nivel de vida de sus habitantes aumenta en todo el mundo, también lo hace el consumo de azúcares refinados, grasas, aceites vegetales así como un importante aumento de otros productos de origen animal como la carne y los lácteos.

 

Un nuevo estudio dirigido el ecólogo David Tilman, profesor de la Universidad de Minnesota,  muestra como alejarse de la dieta moderna para acercarse a la auténtica dieta Mediterránea, las dietas vegetarianas o pesco-vegetarianas saludables no sólo podría aumentar la esperanza de vida humana y mejorar nuestra calidad de vida, sino también reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y salvar el hábitat natural de cientos de especies en peligro de extinción.

El profesor Tilman y Michael Clark analizaron los costos ambientales de la producción de alimentos, las tendencias de la dieta actual, las relaciones entre dieta y salud y las previsiones de crecimiento de la población. Su análisis mostró un cuadro sorprendente de los costes de la salud humana y del medio ambiente si seguimos con la dieta actual. Mostraron cómo la adecuada elección de los alimentos podría reducir no sólo la incidencia de la diabetes de tipo II, enfermedades coronarias y otras enfermedades crónicas sino la contaminación del planeta y degradación de nuestro hábitat debido al impacto de la agricultura y la ganadería.

Los investigadores analizaron cómo, desde 1961, el aumento del nivel de vida ha repercutido en un aumento del consumo de proteínas de origen animal, alimentos ricos en calorías vacías  y el consumo total de calorías por persona.

Si la tendencia actual se mantiene, en el 2050 se consumirán aún menos frutos y verduras y más alimentos que aportan muchas calorías y pocos nutrientes, también aumentará el consumo de carne y aves, productos lácteos y huevos. La destrucción masiva de hábitats como bosques y selvas se agravará ya que será necesario obtener más tierras para pastos y cultivos para alimentación animal. Esto incidiría en un aumento de la emisión de gases de efecto invernadero hasta en un 80% y una contaminación global del planeta de repercusiones catastróficas.

Además, conllevaría un aumento significativo de las enfermedades crónicas de la sociedad moderna como la obesidad, diabetes tipo II, enfermedades coronarias y algunos tipos de cáncer.

Los autores del estudio reconocieron que numerosos factores influyen en la elección de la dieta y, afortunadamente, las dietas alternativas (eminentemente vegetales) ya son parte de la vida de muchas personas en todo el mundo.

 

Apoyándose en las dietas que mostraron mayor beneficio en los distintos escenarios del estudio, llegaron a la conclusión que “dieta-salud-medioambiente” están fuertemente vinculados.

 

¿Qué podemos hacer?

En Libredelacteos.com, creemos que todos podemos contribuir a invertir la tendencia actual insostenible y mejorar nuestra salud y la de nuestro planeta:

Aumentando el consumo de:

  • productos frescos de origen vegetal (verduras y frutas)
  • legumbres
  • cereales integrales
  • agua
  • productos locales
  • alimentos frescos de cultivo ecológico

 

Reduciendo el consumo de:

  • productos de origen animal
  • alimentos a base de harinas refinadas
  • alimentos y bebidas azucaradas o edulcoradas
  • alimentos salados
  • alimentos grasos (fritos)
  • bebidas alcohólicas
  • alimentos ricos en aditivos (colorantes, emulsionantes, conservantes, etc.)

¿Qué podemos añadir a esta lista?

 

Referencias
(1) David Tilman, profesor de la Universidad de Minnesota – «Live longer? Save the planet? Better diet could nail both» (12/11/2014)
(2) David Tilman, Michael Clark – «Global diets link environmental sustainability and human health Affiliations»  (2014) Nature

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