Algunos padres se las ven y se las desean para que sus hijos pequeños coman fruta y, sobre todo, verdura. Convencer a los más caprichosos a comer un plato de verdura o una ensalada, es la batalla diaria de muchas madres y padres.
Es lamentable reconocer que los alimentos más saludables suelen ser los que menos gustan a los niños (y a muchos adultos). Sin embargo, es fundamental que nuestros hijos aprendan a comer bien desde muy pequeños, ya que los buenos hábitos alimenticios los aprendemos cuando somos niños, y pueden llegar a ser el modelo para toda la vida. Los niños que comen mal de pequeños suelen ser los más propensos a convertirse en adultos con dietas poco saludables.
Los niños difíciles en la mesa, no sólo pueden tener problemas de nutrición sino que esa «manía» puede convertirse en una desventaja social cuando comen fuera de casa. No les gusta nada y, a medida que se hacen adultos, van perdiendo oportunidades para aprender a apreciar alimentos variados, a comer en casa de amigos, o en restaurantes de distintas culturas gastronómicas.
Es prácticamente imposible que Vd. consiga cambiar los hábitos alimenticios de su pareja, pero puede influir en lo que coman sus hijos si empieza pronto.
Algo tan simple como una tabla de motivación puede ser útil para reconocer al niño los esfuerzos que ha hecho en comer bien. Unas pegatinas, un muñequito, una pulsera, un pequeño detalle recompensará su esfuerzo hasta que sea algo normal y no necesite «motivación».
Este método también se utiliza para los niños que se hacen pipí en la cama y funciona. Se trata de apoyarse en el incentivo, en lugar que la amenaza o el castigo.
Sin embargo, no es recomendable premiar a los niños con comida, ya que creará un mal hábito. Cuando le ofrezca un premio a su hija o hija por haber comido saludable, o sea, porque lo está haciendo bien, procure que no sea algo de comer (nada de chocolatinas, caramelos u otros alimentos poco recomendables).
La tabla que motiva una dieta saludable
La tabla es muy sencilla y sólo muestra los alimentos que a los niños les cuesta comer más.
Favorecer que beba agua en lugar de sodas, un vaso de agua se puede remplazar por zumo sólo si es natural y recién exprimido en casa. Los zumos envasados no son recomendables ya que suelen contener mucha azúcar, edulcorantes u otros aditivos.
Dentro del grupo vegetales se incluyen las ensaladas, la verdura en general y las legumbres.
La fruta puede ser pieza entera o macedonia hecha en casa y sin azúcar añadido.
Los frutos secos son muy buenos para los niños ya que aportan magnesio, que es esencial para los huesos. Avellanas, almendras, nueces, al natural, sin sal ni azúcar. Pueden estar ligeramente tostados. Evitar los pistachos y no incluir cacahuetes ya que son alérgenos.
¿Cómo utilizarla?
Imprima esta tabla y póngala en la nevera para que el niño o la niña la vaya rellenando.
Se puede utilizar para dos niños o para dos semanas.
Que el niño o la niña marque con una cruz un círculo por cada ración consumida o por los vasos de agua que haya bebido.
El premio debe ser conocido por el niño desde el primer momento, inscrito en la tabla de seguimiento.
Consejos sobre alimentación infantil
Recomiendo la lectura das guías de orientación para los padres sobre alimentación infantil. Han sido elaboradas por especialistas en Nutrición para la Consejería de Salud – Dirección General de Salud Pública y Consumo del Gobierno de La Rioja, porque me han parecido muy completas y muy bien explicadas.
El refuerzo positivo es genial para hacer que los niños coman sano, funciona muy bien. Tampoco hay que pasarse con los premios, tiene que ser algo como ir al cine, o comprarle un helado. Nada de premios caros o extravagantes, si no el niño acabará exigiendote estos premios. Un saludo y genial post 🙂