La prestigiosa revista médica British Journal of Cancer, recoge un estudio de cohortes de la población de Suecia con intolerancia a la lactosa y su incidencia a desarrollar cáncer. Más concretamente, se detectó una menor incidencia de cáncer de pulmón, de mama y de ovario en personas con intolerancia a la lactosa. El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Lund, en Malmö (Suecia) y del Centro de Investigación y Prevención de la prestigiosa Universidad de Stanford, en Estados Unidos.
En Suecia, se llevan exhaustivos registros de todos los casos de cáncer. Gracias al material recogido en el Registro del Cáncer de Suecia se realizan numerosos estudios para calcular la incidencia estandarizada de distintos tipos de cáncer según diversos patrones.
Intolerancia a la lactosa y cáncer
En este gran estudio de cohorte, se comprobó que las personas con intolerancia a la lactosa, que se caracterizan por tener un bajo consumo de leche y otros productos lácteos, habían disminuido los riesgos de cáncer de pulmón, de mama y cáncer de ovario, pero dichos riesgos no disminuyeron en otros miembros de sus familias que siguen clásica con lácteos y lactosa. Se analizaron 22.788 personas con intolerancia a la lactosa y se comprobó que su riesgo de desarrollar cáncer disminuyó con el cambio de dieta.
Estos resultados sugieren que la eliminación o reducción importante de lácteos y lactosa de la dieta puede tener un efecto protector ante estos tipos de cáncer.
Prevalencia de la intolerancia a la lactosa
La intolerancia a la lactosa es una condición patológica caracterizada por trastornos digestivos causados por la deficiencia de lactasa que está relacionada, en muchos casos, con una cuestión genética.
En los países escandinavos la prevalencia es muy baja, alrededor de 2%, mientras que en América del Sur, África, y Asia es de alrededor de 50%, aumentando a prácticamente el 100 % en algunos países asiáticos. En España, se calcula que hay alrededor un 30% de la población con problemas para digerir la lactosa, aunque muchas personas no son conscientes de ello.
La mayoría de las personas intolerantes a la lactosa pueden consumir pequeñas cantidades de productos lácteos (yogur y queso) y de lactosa (unos 12 gramos al día), con el paso del tiempo la intolerancia aumenta y, por lo general, se recomienda evitar los productos lácteos.
La intolerancia a la lactosa no debe ser confundida con la malabsorción de lactosa que no es una condición patológica sino un fenotipo humano normal. Las personas con enfermedades inflamatorias intestinales también suelen digerir mal la lactosa y los lácteos en general.
Leer más «Todo sobre la intolerancia a la lactosa».
Lácteos y cáncer
Existen numerosos estudios que asocian el consumo de lácteos con una mayor incidencia de determinados tipos de cáncer como de mama, ovario o próstata.
Algunos estudios se han realizado en 27 países y se ha demostrado una mayor incidencia de cáncer de ovario en las poblaciones con un alto consumo de lácteos. También hay numerosos estudios sobre un mayor riesgo de cáncer de próstata en los hombres grandes consumidores de lácteos.
Leer más «Menos leche, menos lácteos, menos cáncer«.
Una revisión reciente por el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer y el Instituto Americano de Investigación del Cáncer afirma hay pruebas suficientes para establecer asociaciones entre el consumo de lácteos de algunos tipos de cáncer, de mama y de próstata (World Cancer Research Fund).[2]
Los lácteos contienen grasas saturadas y algunos factores de crecimiento, tales como el factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-I), y estos componentes de la dieta se han sugerido poder estar asociados con el desarrollo de diversos tipos de cáncer. Diversos estudios previos han encontrado que un alto consumo de leche se asocia con concentraciones plasmáticas de IGF-I y altas concentraciones de IGF-I se asocian con un mayor riesgo de cáncer de mama.
Todo esto sugiere que un bajo consumo de leche y otros productos lácteos entre los individuos con intolerancia a la lactosa puede estar asociada con un menor riesgo de cáncer de mama. Aunque otros estudios afirman que la leche es beneficiosa para el microbioma intestinal humano, y su efecto preventivo en el desarrollo de ciertos tumores (cáncer de colon), los investigadores suecos afirman que no se pueden excluir los efectos protectores del desarrollo de cáncer000 de otros patrones dietéticos, tales como un consumo de leche vegetal, incluyendo la soja, leche de arroz, que a menudo son consumidos por las personas con intolerancia a la lactosa.
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Conclusión del estudio
Este gran estudio de cohorte concluyó que las personas con intolerancia a la lactosa, que no consumen o tienen un bajo consumo de leche y de otros productos lácteos, habían disminuido los riesgos de padecer cáncer de pulmón, mama y ovario, pero dichos riesgos no disminuyeron en otros miembros de su familia. Por ello, estos resultados sugieren que el efecto protector contra esos tipos de cáncer puede estar relacionado con sus patrones dietéticos específicos, aunque las contribuciones de otros factores también deben ser tenidos en cuenta.
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