El asesoramiento dietético beneficia a muchos pacientes con enfermedades muscoloesqueléticas (artritis, dolores articulares, fibromialgia, miastenia gravis, osteoartritis, osteoporosis). Las personas obesas o con sobrepeso deben seguir programas para perder peso de forma saludable. Aquéllos que siguen una dieta vegetariana o la dieta mediterránea pueden experimentar una mejoría importante, algunas personas incluso se curan. Las personas con artrosis tienen que concentrarse en la reducción de la grasa comporal al tiempo que mantienen la masa muscular. Los pacientes artríticos, pueden mejorar su salud aumentando el consumo de alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 (pescado azul, frutos secos, aceite de linaza, aceite de onagra, semillas de chía, etc.). Todos los pacientes artríticos, particularmente aquellos con alguna enfermedad inflamatoria, deberían pedir consejo a un Nutricionista para asegurarse de conseguir una buena ingesta dietética de antioxidantes, cobre y zinc. La suplementación con selenio y vitamina D también pueden ser aconsejable.
Enfermedades musculoesqueléticas:
Indice:
- Artritis
- Artritis reumatoide (EA*)
- Dolores articulares
- Fibromialgia
- Miastenia gravis
- Osteoartritis
- Osteoporosis
Artritis:
Se denomina artritis a un grupo de varias enfermedades que afectan las articulaciones. La osteoartritis es una pérdida progresiva del cartílago y crecimiento excesivo de los huesos en las articulaciones, especialmente las rodillas, las caderas, la columna vertebral y los dedos. La artritis reumatoide es una forma más agresiva de la enfermedad que provoca articulaciones inflamadas y dolorosas que a veces se deforman. Desde hace años se sospecha que los alimentos son un factor importante en el desarrollo de la artritis reumatoide. Muchos pacientes notan una mejoría en su condición cuando evitan determinados alimentos: carne roja, azúcar, grasas, sal, cafeína y solanáceas (como tomates, pimientos y berenjenas). En lo que respecta el consumo de leche y productos lácteos las recomendaciones difieren entre las diferentes fuentes; mientras unos afirman que pueden ser consumidos pero sólo si son bajos en grasas (descremados/desnatados), otras fuentes afirman que pueden ser una de las causas de agravación de la enfermedad, el problema no sería sólo la grasa de la leche sino las proteínas lácteas, por lo que los lácteos descremados tampoco serían una alternativa dietética. El ayuno y una dieta vegetariana estricta han producido efectos positivos en el tratamiento de esta enfermedad. [2]
Dolores articulares:
Sufrir dolor en las articulaciones es un problema muy común con muchas causas posibles, lo más habitual es que sea el resultado de un lesión, del desarrollo de artritis pero en algunos casos puede ser una indicación de otras enfermedades más graves. Las personas mayores que tienen dolor en las articulaciones puede ser un signo de desarrollo de osteoartritis. Las personas obesas también pueden sufrir dolor en las articulaciones de las piernas debido al exceso de peso. En las personas con enfermedades inflamatorias intestinales, los dolores articulares son uno de los síntomas extraintestinales más habituales.
Fibromialgia:
Es un síndrome de origen desconocido que se caracteriza por dolor muscular, alteraciones del sueño y sentimiento de fatiga frecuente, combinado con otros síntomas como problemas de memoria y melancolía. La fibromialgia se asocia, a menudo, con otros trastornos de la salud como depresión y síndrome del intestino irritable. En las enfermedades crónicas como la fibromialgia, es bastante común un tratamiento farmacológico para tratar los síntomas, sin embargo sólo proporcionan un alivio parcial. Un estudio norteamericano, comprobó que una dieta vegetariana estricta para estos pacientes aporta numerosos beneficios y mejora su salud general, es gracias al aporte en antioxidantes, bajo contenido de grasas y proteínas, alto contenido en fibras y vitaminas A y C, así como un elevado contenido en minerales tales que magnesio, potasio, zinc o selenio. Esta dieta requiere un seguimiento de, al menos, 7 meses. Se deben favorecer los vegetales crudos como fruta fresca, ensaladas de hoja verde, verduras, jugo de zanahoria, frutos secos, semillas, cereales integrales, tubérculos, aceite de linaza, aceite de oliva virgen; al tiempo que los alimentos proinflamatorios se eliminan de la dieta (bebidas alcohólicas, la cafeína, el azúcar refinado, el jarabe de maíz, los aceites refinados o hidrogenados, la harina refinada, los productos lácteos, los huevos o cualquier tipo de carne, pescado y marisco).[3]
Miastenia gravis :
Es una enfermedad neuromuscular autoinmune y crónica caracterizada por grados variables de debilidad de los músculos esqueléticos. Se recomienda una dieta similar a otras enfermedades autoinmunes, es decir, consumir muchos vegetales, frutas frescas (mayoritamente de cultivo ecológico), legumbres, aumentar el consumo de alimentos ricos en ácidos grasos omega 3, aceite de oliva virgen así como alimentos ricos en postasio como los plátanos, el brócoli, albaricoques, aguacates, naranjas y tomates. Se desaconsejan todos los alimentos que favorecen la inflamación, incluyendo todos los lácteos, y además, se suele recomendar suplementación de vitamina D3.[4]
Osteoporosis :
La leche es mucho más que una bebida, se trata de un fenómeno cultural que remonta a miles de años pero, cuyo consumo diario ha aumentado de forma exponencial en los últimos años. La creencia de que la leche de vaca es buena para los huesos viene del hecho de que contiene calcio, alrededor de 300 mg por taza. Sin embargo, los países que más lácteos consumen son los que mayor íncide de fractura ósea registran. Parece irónico, pero este dato parece afirmar que cuanta más leche se consume mayor es el riesgo de fragilización de los huesos. Al igual que todas las proteínas animales, la leche acidifica el pH del cuerpo, lo que a su vez desencadena una corrección biológica excretando calcio. El calcio de nuestros huesos es el neutralizador de la acidificación provocada por los lácteos. Una vez que el calcio sale de los huesos, se expulsa por la orina, el resultado es una pérdida neta de calcio real. Lo que no nos dice la publicidad de la industria láctea es que nuestros huesos no sólo necesitan calcio, la prevención de la osteoporosis necesita de una dieta saludable mucho más rica en alimentos vegetales de hoja verde, vitamina D y la práctica regular (diaria) de ejercicio físico. Seguir leyendo…
Saber más:
- Artritis y Dieta: Alimentación
- Artritis y Dieta: Nutrientes esenciales
- Fibromialgia: dieta a evitar
- El consumo de leche se asocia on una mayor oxidación e inflamación sin disiminución del riesgo de osteoporosis ni fracturas
- La proteína de soja podría proteger contra la osteoporosis
- Refrescos de Cola, osteoporosis y otros problemas de salud
- Cuida de tu hígado para prevenir la osteoporosis
- Tus músculos fuertes contra la osteoporosis
- Andar de prisa contra la osteoporosis
- Enfermedades y lácteos