Crema de chirimoya con dulce de papaya

Este postre está buenísimo. Es una forma distinta de comer una chirimoya. La papaya es una fruta buenísima que tiene propiedades beneficiosas para las células cerebrales. En la que se conoce hoy como la Costa Tropical granadina se cultivan numerosas frutas tropicales, como la chirimoya, el aguacate, el níspero, el mango y la papaya, de gran calidad. Debes tener en cuenta que la fruta tropical no aumenta el nivel de azúcares una vez retirada del árbol, así que si la fruta está muy verde al ser recogida resultará ácida al comerla aunque la dejes madurar unos días. Así que es mejor comprar esas frutas en su punto de madurez, lista para ser comida. Este postre está hecho con dos frutas maduras, una chirimoya de casi medio kilo y dos tajadas de una papaya grande. Al estar maduras, el postre necesita muy poco azúcar suplementaria.

Ingredientes:

(Para dos personas)

1 chirimoya grande
2 claras de huevo bio
2 cucharadas de azúcar de caña
100 ml de leche de arroz o leche normal
5 grs de goma de guar
5 grs de agar agar
2 tajadas de papaya
1 cucharadita de margarina
2 cucharadas de ponche
2 cucharaditas suplementarias de azúcar de caña para la papaya
1 pizca de canela en polvo
Violetas caramelizadas de adorno

Preparación:

Retirar toda la pulpa de la chirimoya y ponerla en un bol grande. Esta tarea es lo más entretenido de la receta ya que la chirimoya tiene muchos huesos grandes.
Batir la pulpa de la chirimoya hasta obtener una fina crema. Añadir los 100 ml de leche y mezclar de nuevo.
Batir dos claras de huevo a punto de nieve y añadir 2 cucharadas de azúcar de caña batiendo hasta que se obtenga una especie de merengue.
Mezclar las claras con el resto la pulpa de la chirimoya y añadir la goma de guar y el agar agar. Calentar a fuego lento para que las claras no se queden crudas pero sin llegar a ebullición. Reservar en un lugar frío.
Pelar y cortar la papaya en dados.
En una sartén poner una nuez de margarina, añadir la papaya, el azúcar, el ponche y la canela. Dorar a fuego lento hasta que el líquido quede como almíbar y de un color dorado. Dejar enfríar.
Montar el postre poniendo al fondo el dulce de papaya y rellenando con la crema de chirimoya.
Adornar con unas hojitas de menta o, como en esta receta, con una violeta caramelizada.