Las tendencias las «debemos» crear los consumidores. Los analistas de tendencias estudian nuestro comportamiento en lo que respecta el consumo y el gasto para definir cómo se van a orientar nuestras preferencias. Por eso, vas a ver tantas listas de tendencias diferentes, depende de la orientación del analista que las estudia. Aquí tienes las tendencias en alimentación para 2015, según Libre de Lácteos.
20 Tendencias en alimentación en 2015
- Consumiremos y conoceremos más superalimentos. Verduras, frutas, semillas, cereales integrales, frutos secos… algunos alimentos tienen propiedades nutricionales extraordinarias y cada vez los conocemos mejor. Pronto os presentaré la lista de los mejores superalimentos y sus propiedades.
- Te quiero verde …Muchos son los que alaban las propiedades antioxidantes del té verde en sus distintas formas como el té blanco, el té azul y el té matcha. También sabemos lo importante que es consumir alimentos ricos en clorofila. En 2015, consumiremos muchos más vegetales de hoja verde “oscura” como la col, espinacas, acelgas, berros, espárragos verdes, kale, rúcula, lechugas.
- Arco iris vegetal. Vamos a componer recetas con ingredientes de todos los colores para obtener los máximos beneficios nutricionales de los amarillos, anaranjados y rojos (betacarotenos), verdes (vitamina K, ácido fólico), violeta (antocianinas)….
- Demonización del azúcar. Los consumidores ya estamos bastante sensibilizados a las consecuencias de consumir alimentos ricos en sodio, también al riesgo de consumir alimentos ricos en grasas saturadas, demasiada sal provoca problemas cardiovasculares, las grasas malas, obesidad, colesterolenia, problemas cardíacos…Le llega el turno al azúcar. Tomamos demasiado dulce y nuestra salud paga el precio, la epidemia de diabetes y de obesidad justifica un consumo mucho más moderado de lo dulce. Además, edulcorantes artificiales como el aspartamo son deberían de evitar totalmente.
- Menos carne. Cada vez son más los médicos, investigadores y nutricionistas que abogan por una dieta sin o con muy poca carne roja o charcutería. Recomiendan favorecer el pescado y los mariscos, huevos, legumbres y frutos secos, algo de carne de ave, como fuentes de proteínas saludables de alta calidad. Debemos favorecer una dieta con proteínas vegetales y, de forma esporádica, alguna proteína animal. En los próximos días os hablaré de la “flexidieta”.
- Vegano y vegetariano estricto (sin lácteos). Alimentarse solamente de alimentos vegetales no sólo mejora nuestra salud sino que también es beneficioso para el planeta. El vegano respeta a los animales, se preocupa por la preservación de la naturaleza y por su salud. En lugar de pensar en todo lo que esa dieta excluye, debemos de darnos cuenta de todos los alimentos saludables que incluyen. Sin ningún alimento de origen animal existe riesgo de alguna deficiencia que se cubrirá con complementos alimenticios. En 2015, os seguiré hablando de la dieta vegana y presentaré muchas recetas 100% vegetales. Te animo a dedicar, al menos, un día a la semana a seguir una dieta 100% vegetal.
- Dietas sin gluten.La dieta sin gluten no es sólo para celíacos, también es un efecto de moda y seguirá en la cresta de la ola; cada vez hay más productos en el comercio que se venden “sin gluten”. Aunque las personas no celíacas no necesitan seguir esa dieta, lo cierto es que el gluten es un alérgeno, pro-inflamatorio que favorece la permeabilidad del intestino. Dejar las harinas refinadas y los cereales que lo contienen puede mejorar la salud también de algunas personas que no son celíacas, como las personas que tienen enfermedades inflamatorias intestinales u otros enfermedades de origen inflamatorio.
- Sin lactosa, por favor. Cada vez somos más las personas que no digerimos la lactosa. Los industriales de la alimentación y las farmacéuticas utilizan lactosa como aditivo de forma masiva. Pedimos más productos libres de lactosa y esperamos que ese mercado se desarrolle aún más este año.
- Dieta paleo. Se trata de comer alimentos auténticos, naturales y dejar de lado los alimentos procesados. Se consumen frutas y verduras, carnes magras, pescados y mariscos (todo bio), frutos secos, semillas y grasas vegetales saludables. Se evitan los lácteos, las legumbres, los cereales, los alimentos ricos en almidón, el alcohol, los azúcares y todos los alimentos procesados. Un tema que trataré también en 2015.
- Nada de zumos, mejor los smoothies. Olvídate de los zumos, demasiados azúcares rápidos y poca fibra. Prepara batidos con la fruta entera para aprovechar toda su fibra dietética y todos los beneficios de la fruta fresca. Adereza tu batido con canela, jengibre, menta… y mastica el batido antes de tragarlo, la salivación ayuda a mejorar la digestión.
- Alimentación baja en carbohidratos: Carbohidratos buenos y carbohidratos malos. Se seguirá hablando de una dieta baja en carbohidratos para mantener la línea. Vamos a preferir los alimentos ricos en fibra como los cereales integrales y evitar todos los alimentos elaborados con harinas refinadas.
- Lo viejo es nuevo.Muchos alimentos ancestrales y hortalizas olvidadas están volviendo a nuestras mesas. Amaranto, quinoa, espelta, kamut o freekah (trigo verde) aumentarán su presencia en 2015. También encontraremos variedades de hortalizas y otros vegetales menos conocidos o que se habían dejado de apreciar como la col rizada, la coliflor, las zanahorias granates o las patatas de pulpa roja o azul. Los alimentos fermentados ganarán aceptación (miso, chucrut).
- Lo light o bajo en grasa ya no está de moda.Los alimentos light van a seguir perdiendo fuerza. Los aditivos que contienen no los hacen alimentos saludables y cada vez somos más los consumidores que lo sabemos y los rechazamos.
- Grasas buenas contra grasas malas. Ya sabemos que las grasas saturadas son malas y que las grasas saludables son los ácidos grasos mono y poliinsaturados. Las grasas trans deben desaparecer completamente de nuestra alimentación. También entenderemos cuando un alimento saludable, como un aceite vegetal, puede transformarse y producir grasas malas si no se utiliza la cocción adecuada.
- Expertos en etiquetas.Los consumidores queremos etiquetas claras, cada vez entendemos más sobre ingredientes y queremos que se indiquen los alérgenos. Además queremos productos sin OGM (libres de transgénicos) y más productos de cultivo ecológico. No compraremos productos que contengan ingredientes que no sabemos lo que son. No queremos carragenanos en los productos, colorantes ni conservantes u otros aditivos perjudiciales para la salud. Las zonas de dietética y productos bio en los supermercados cada vez serán más extensas.
- Más productos locales. Se buscan más productos de calidad creados por artesanos, agricultores y productores locales que respetan el producto y entienden lo que quiere el consumidor.
- La cantidad justa y stop al despilfarro de los alimentos.Compraremos sólo los alimentos que vayamos a consumir. Evitaremos platos y vasos gigantes “made in USA”, adaptaremos las raciones a cada comensal. En casa, aprovecharemos las sobras de forma creativa. Reciclaremos los desperdicios biológicos. Cuando hay personas que no tienen suficiente para comer es imperdonable que tiremos la comida. También en restaurantes, queremos tres tamaños, la cantidad justa; mejor menos que demasiado. No queremos que los supermercados tiren la comida con la fecha límite de caducidad, queremos que se ofrezca a asociaciones o comedores sociales.
- Slow food – cocinar en casa, comer en familia y tener nuestro huerto. Aprenderemos y apreciaremos cocinar en casa y disfrutar en familia o entre amigos de platos sencillos y saludables hechos con tiempo y amor. Los huertos urbanos florecen por doquier, poder disfrutar de las verduras, frutas o hierbas aromáticas recién cogidas, sin pesticidas y ricas nutrientes es maravilloso.
- Bienestar de nuestro sistema digestivo. Nuestro intestino juega un papel fundamental en nuestro sistema inmunológico. Debemos saber más y cuidar de nuestra flora bacteriana. Alimentos probióticos, prebióticos y más fibra… cuidemos de nuestra tripita para ganar salud.
- Aprender sobre nutrición y apoyarnos en los profesionales. La mitad de los consumidores consulta Internet para informarse sobre alimentación, recetas y salud. El problema es que en la red hay de todo y cada vez más, muchos se copian unos a otros sin saber de donde viene la información. Así que en lugar de estar bien informados podemos estar bien desinformados. Consultaremos sólo blogs y webs que indican las fuentes, referencias de investigaciones y estudios científicos cuando hablan de alimentación y salud. Consultaremos a los profesionales acreditados de la Nutrición para que nos ayuden a seguir una dieta personalizada cuando tengamos algún problema de salud.
excelente el escrito sobre tendencia alimenticias 2015,despiertan la consciencia al respecto….felicitaciones.
Muchas gracias Duglas, me alegro que le haya gustado. Saludos. Ana