Demasiada sal : peligro para nuestra salud

La sal que añadimos a nuestros platos con el salero no es más que una ínfima parte de nuestro consumo total de sal. Este mineral que ayuda a conservar los alimentos y realza su sabor, está onmipresente en los alimentos procesados salados. Sin embargo, está igualmente presente en la bollería industrial aunque no nos demos cuenta. Sabemos que consumir mucha sal es malo, pero ¿sabemos dónde está presente?

La sal fuera del salero

La sal está escondida en muchísimos alimentos industriales. Por eso, la mayor parte del exceso de la sal consumida viene de esos alimentos y no del salero. Además de las salazones, los alimentos salados más consumidos son los que se conocen como “Junk food” («comida basura» creada para crear adicción).

Los platos consumidos en restaurantes suelen estar bastante cargados de sal para que tengan mayor sabor y para que el cliente consuma más bebidas.

Los alimentos más ricos en sal son:

  • Pizzas, empanadas, tartas y crepes saladas
  • Hamburguesas, patés y foie-gras, salchichas, jamón curado, embutidos
  • Todos los alimentos gratinados o rellenos con queso
  • Todos los quesos en general
  • Mantequillas saladas
  • Chips y galletas saladas,
  • Caviar, huevos de esturión , salmón o trucha, o sus sucedáneos
  • Pan y bollería industrial
  • Cereales para el desayuno (sobre todo los tipo «flakes»)
  • Algunas aguas minerales gaseosas son muy ricas en sodio de forma natural
  • Sopas de sobre y cubos de caldo concentrado
  • Frutos secos salados
  • Salmón ahumado u otros pescados en salazón
  • Olivas, alcaparras en conserva, tomate seco
  • Todas las salsas preparadas en general (mayonesa, kétchup, soja)

Las etiquetas nutricionales, que serán obligatorias este año en toda la Unión Europa, deberán indicar el contenido en sal.

Como ejemplo daré el de la pizza industrial que puede contener ella sola 5 g de sal que es el máximo recomendado por la OMS para todo un día, principalmente debido al queso,  los embutidos y las salsas.

Poca sal para absorber el calcio

La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda limitar el consumo de sal a un máximo de 5 g diarios. Sin embargo, el consumo medio en Europa es superior a esa cifra, va de 8 a 12 g por persona, algunas personas consumen hasta 25 g diarios.  Los hombres suelen consumir más sal que las mujeres porque ingieren mayor cantidad de alimentos.

El consumo excesivo de sal favorece la osteoporosis, hipertensión arterial, enfermedades cardíacas y cerebro-vasculares, algunos tipos de cáncer como el de estómago.

La sal tiene un papel fundamental en la absorción del calcio. Si multiplicas las fuentes de calcio pero tu alimentación incluye sal en exceso, el calcio no será absorbido por el organismo y tu cuerpo deberá ir a buscarlo a sus reservas de calcio que son los huesos. El exceso de sodio, al ser excretado por la orina, y arrastra el calcio. Por un gramo de sal evacuado por los riñones, son 60 mg de calcio perdidos. Por otro lado, el exceso de calcio en la orina puede causar cálculos renales y contribuir a la pérdida ósea.

Por ello, las personas que siguen dietas altas en sal son propensas a desarrollar cálculos renales y a sufrir de osteoporosis.

Así que si se quiere mantener el capital óseo a cualquier edad, es fundamental cuidar de la alimentación acostumbrándose a comer con poca sal lo antes posible. Al principio los platos no saben a nada, pero a poco el paladar va adaptándose a apreciar los nuevos sabores naturales de los alimentos y pronto cualquier exceso de sal es apreciado como desagradable.

La sal favorece el desarrollo de una bacteria cancerígena

La bacteria helicobacter pylori encuentra un terreno favorable en el consumo excesivo de sal. Las personas que suelen consumir alimentos en salazón o de añadir sistemáticamente sal a todos sus platos (10 g de sal diarios o más) ven doblar el riesgo de desarrollar cáncer.

Retención de líquidos

Además, el consumo de sal impide la eliminación de toxinas favorece la retención de líquidos y el aumento de peso.

Comer con poca sal

Como dije anteriormente, comer con poca sal necesita una adaptación del paladar. Para ello lo mejor es:

  • Privilegiar la comida casera, añadiendo muy poca sal durante la cocción o nada de sal, es mejor añadir en el plato (se consume menos)
  • Siempre que se pueda, preparar tu pan casero y tus bizcochos o dulces en casa, añadiendo poca sal y poca azúcar, utilizando aceites vegetales saludables como el aceite de oliva virgen extra o el de colza biológico
  • No añadir sal al pescado, mejor aliñar con limón, pimienta o hiervas aromáticas
  • Favorecer las hiervas aromáticas, pimientas y otras especias para dar sabor a tus platos en vez de añadir más y más sal
  • Limitar el consumo de alimentos en salazón
  • Evitar los alimentos procesados y si debes consumirlos lee las etiquetas para seleccionar aquellos que contengan menos sal
  • Prefiere los frutos secos sin sal

Sal marina – flor de sal

Si se añade sal es mejor utilizar sal marina es un producto natural obtenido por la evaporación del agua de mar. La flor de sal es la capa superior, la más pura y rica en nutrientes, no lleva ningún tipo de aditivo ni tratamiento químico, contiene yodo de forma natural. Al tener un sabor más intenso se necesita menos cantidad con lo que se consume menos sodio.

Existe la sal baja en sodio, contiene hasta un 60% menos de sodio que la sal de mesa normal.

¿Cuándo necesitamos sal?

Las personas que viven en climas cálidos en los que se suda mucho necesitan más sal.

 

Referencia:

(1) «Semana Mundial de la Concienciación sobre la Sal. Menos sal por favor» OMS, Marzo 2013 – Consultado Junio 2013 http://www.paho.org

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