En los EE.UU. el consumo medio de patatas por persona y año es de 47 kg. En España, según el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, en 2012, el consumo medio fue de 31 kg por persona y año. En algunas zonas de Perú, el consumo medio alcanza una media de 49 kg anuales por persona.

Sin embargo, la patata o papa, no está incluida dentro de los alimentos de una dieta saludable, establecidos por la Escuela de Salud Pública de Harvard.

La patata tiene un alto contenido en hidratos de carbono que el cuerpo digiere rápidamente, lo que provoca un aumento del azúcar en sangre, o lo que es lo mismo tienen un índice glucémico alto.

Una ración de patatas tiene un efecto similar a beber 250 ml de Coca Cola o comer un puñado de gominolas.

El aumento del azúcar en sangre y de la insulina puede provocar sensación de hambre al poco tiempo de haber comido, lo que lleva a comer más de lo necesario. A largo plazo, una dieta alta en patatas y de otros alimentos ricos en hidratos de carbono como la pasta, favorecerá el desarrollo de la obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas.

El problema se agrava cuando se consumen de manera regular las patatas fritas o acompañadas de salsas, cremas, quesos, mantequilla u otros alimentos ricos en grasas.

Existen estudios que demuestra la relación entre el aumento del consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono y el aumento de peso. Según otro estudio, a largo plazo, las mujeres que comen muchas patatas fritas ven aumentar de forma notable el riesgo de desarrollar diabetes. También existen estudios que demuestran el efecto contrario: si se disminuye la cantidad de hidratos de carbono y los remplazan por verduras bajan de peso.

A pesar de que las patatas contienen nutrientes interesantes, como vitamina B6, potasio o vitamina C, no es la mejor fuete de ellos. El brócoli o las legumbres son más ricos en nutrientes y más beneficiosos para la salud.

 

¿Qué comer en lugar de patatas?

Si sueles comer un filete de pescado con patatas fritas, puedes empezar remplazando las patatas fritas por medio pimiento rojo asado al horno, una ensalada y una sola patata mediana.

Aprende a disfrutar de otros alimentos. Te recomiendo cambiar tus costumbres alimenticias progresivamente. Cambia parte de tu porción de patatas por otros alimentos como ensalada, brócoli cocido, zanahorias, espinacas o bien por quinoa judías o garbanzos cocidos, y otras verduras. Con el tiempo, las patatas te sobrarán muchas veces.

El boniato es una excelente fuente de betacaroteno pero también tiene un índice glucémico alto. Sin embargo, como el boniato no suele comerse en grandes cantidades no se asocia con riesgo de obesidad y diabetes.

 

Referencias:

(1) Harvard, School of Public Health, » The problem with potatoes» (2014)
(2) MAGRAMA.gob.es, “Los hogares españoles incrementaron el consumo de patatas en un 2,8 por ciento durante 2012” (2013)
(3) RPP Noticias, Perú, «Unos 47 kilos de papa por persona al año se consume en La Libertad» (2012)
(4) Harvard Health Blog, Patrick J. Skerrett, «Gaining weight? Beware potatoes—baked, fried, or in chips» (2011)

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