Los bebedores de café deben tener cuidado: ingredientes inesperados pueden estar escondidos en su aromática bebida oscura.
La Royal Botanic Gardens and the Environment, del Reino Unido, declaró hace dos años que el 70% del suministro mundial de café podría desaparecer para el año 2080, debido a enfermedades de los cafetales causadas por el cambio climático.
Las enfermedades de los cafetales están ya afectando gravemente la producción de Brasil, el país del café, se prevé que en 2014 descienda un 20%, lo que sería equivalente a 42 mil millones de tazas de café menos en un año.
La creciente escasez de café puede dar pie a la picaresca de buscar cómo evitar pérdidas económicas, aunque sea de forma ilegal. Diversas sustancias han sido detectadas en el café molido. Dichos “ingredientes” no deseados, aunque no son por sí solos peligrosos, adulteran el producto y engañan al consumidor. En el futuro, esta situación puede aumentar si no se toman las medidas adecuadas.
¿Qué está pasando con el café molido?
Después de la torrefacción y la molienda del grano de café es imposible ver diferencia entre un café adulterado y uno que no lo es, ya que el color resultante es el mismo.
Las impurezas que se pueden encontrar son: ramas, palos, pergamino, cortezas, fayas de café enteras (con su caparazón rojo), incluso tierra.
Los ingredientes que se utilizan para “engordar” el café son: el maíz, el trigo, la cebada, la soja, el arroz, las judías, semillas de acai, azúcar moreno o jarabe de almidón.
La identificación de las impurezas es muy importante ya que si el número de impurezas es alto significa que se han añadido a propósito.
Por ello, se está desarrollando un método de alta precisión para detectar los materiales de relleno no deseados antes de que el café llegue a tiendas y restaurantes. Investigadores de la Universidad Estatal de Londrina, en Brasil, han desarrollado una manera de identificar el café con impurezas, hayan sido éstas añadidas expresamente o si forman parte de la propia recolección. Tiene una exactitud del 95%.
Hasta ahora la prueba del café se hacía con microscopio o simplemente saboreando el café. Por el contrario, la nueva prueba utiliza cromatografía líquida y herramientas estadísticas. La cromatografía es una técnica analítica de gran alcance, muy sensible y altamente selectiva. Debido a que gran parte del café se compone de hidratos de carbono, los investigadores están desarrollando una «huella característica» del café. Los materiales agregados, no deseados, generan otros niveles de azúcares que los ingredientes naturales, por lo que son fáciles de identificar con esta técnica.
Existe el riesgo de trazas en el café de trigo, cebada o soja.
Hasta que los nuevos controles estén en vigor, quizás sea mejor optar por comprar el café en grano, molido justo antes de preparar la bebida de café. Si tomas café en el trabajo, una cafetería o restaurante fíjate que sean máquinas que utilizan el café en grano.