La glutamina promueve la salud digestiva y la función normal del cerebro, el desarrollo muscular y, además, mejora el rendimiento deportivo. Recomendada para tratar problemas de permeabilidad intestinal, Síndrome del Intestino Irritable. También ayuda a la función normal de nuestro sistema inmunológico.
Es el aminoácido esencial más abundante en el cuerpo humano, presente en el plasma sanguíneo y el músculo. Aunque nuestro cuerpo es capaz de producir suficiente glutamina para necesidades normales gracias a la alimentación, ciertas situaciones pueden disminuir los niveles de glutamina (dieta deficiente, práctica de ejercicio físico intenso, cirugía, infecciones, lesiones, estrés prolongado o ciertas enfermedades).
Nombres habituales
- L-Glutamina
- Glutamina
- GLN
¿Para qué sirve la glutamina?
La L-glutamina cumple una serie de necesidades bioquímicas importantes para nuestro organismo [1], entre las que figuran las siguientes:
- Juega un papel importante en el equilibrio ácido-base de nuestro organismo.
- Sirve para trasportar el nitrógeno, eliminar el exceso de amoníaco. El hígado convierte generalmente amoníaco en urea, que luego es excretada gracias a los riñones.
- Es el principal combustible metabólico para las células del intestino delgado llamadas enterocitos, también para los linfocitos, macrófagos y fibroblastos.
- Estimula el epitelio intestinal para la absorción de agua y sodio.
- Puede contribuir a la producción de otros aminoácidos, glucosa, nucleótidos, proteínas y glutatión.
1. Ayuda a curar el intestino:
La glutamina es conocida por sus propiedades curativas en el intestino. Uno de los suplementos más recomendados para tratar el Síndrome del Intestino Irritable (SII) es la glutamina. La glutamina es una forma barata y fácil de proteger el tracto gastrointestinal en general ya que ayuda a la reconstrucción y la reparación de la pared intestinal.
- El uso complementario de L-glutamina, ya sea en forma oral, enteral, parenteral o la forma, aumenta la altura de las vellosidades intestinales, estimula la proliferación celular de la mucosa intestinal y mantiene la integridad de la mucosa.
- Tiene la capacidad de reparar y ayudar a regenerar la pared intestinal ayudando a combatir la permeabilidad intestinal.[2]
- Ayuda en la producción de los enterocitos de las células que recubren el tracto intestinal que juegan un papel clave en el control de la absorción de nutrientes, evitando al mismo tiempo que sustancias tóxicas atraviesen las paredes intestinales y entren en el torrente sanguíneo.
- Tiene propiedades antiinflamatorias: influye en la flora intestinal eliminando bacterias que favorecen la inflamación.[7]
2. Estimula el sistema inmune
Una ingesta inadecuada de proteínas pone en riesgo el sistema inmunitario, particularmente disminuyendo la producción de las células T, lo que puede provocar un aumento de la incidencia de infecciones oportunistas.
La glutamina también es la mayor fuente de combustible para los linfocitos y los macrófagos, que son una parte vital de la defensa inmunitaria de nuestro cuerpo.
Aunque la glutamina es una fuente de combustible necesaria para los linfocitos (un tipo de célula inmune), no hay evidencia científica sólida de que los suplementos de glutamina puedan estimular el sistema inmune en personas sanas. Sí se ha demostrado que la glutamina intravenosa ayuda a mejorar el estado inmunológico, prevenir la infección y ayudar a prevenir el agotamiento de las células inmunes intestinales en pacientes críticamente enfermos y en pacientes que se recuperan de la cirugía.[3]
3. Mejora el tratamiento de la diabetes II
Se evaluó la relevancia clínica de la suplementación con glutamina oral a largo plazo en el perfil de lípidos y factores inflamatorios y metabólicos de pacientes con diabetes. Se comprobó que la suplementación de 6 semanas con 30 g al día de glutamina mejora notablemente algunos de los factores de riesgo cardiovascular en pacientes con diabetes tipo 2.[8]
4. Recuperación de un trauma o de una cirugía
En el tratamiento de pacientes de trauma y cirugía, y se ha demostrado que disminuye la incidencia de infección en estos pacientes.
5. Mejora la recuperación del ejercicio intenso
El efecto de la L-glutamina en la recuperación de la fuerza muscular puede ser mayor en los hombres que en las mujeres.[2]
Sobre esta propiedad existen estudios contradictorios. Mientras que unos estudios indican que la suplementación con L-glutamina puede favorecer una recuperación más rápida del agotamiento y disminuir el dolor muscular después del ejercicio, otros han llegado a la conclusión de que la suplementación con glutamina no mejora la recuperación del ejercicio físico ni previene la supresión inmunitaria o infección relacionada con el ejercicio.
A pesar de estas propiedades, no existen pruebas suficientemente sólidas para justificar la recomendación del uso de glutamina como suplemento para los atletas.[12]
6. Lucha contra el cáncer
Muchas personas con cáncer tienen niveles bajos de glutamina. Por esta razón, algunos especialistas médicos pueden añadir glutamina complementaria al tratamiento convencional contra el cáncer:
- Se suele administrar a los pacientes de cáncer malnutridos sometidos a tratamientos de quimioterapia o radioterapia, su uso parece proteger el intestino y los efectos secundarios tóxicos de dichos tratamientos, también puede aumentar la eficacia de algunos fármacos utilizados en quimioterapia.
- Parece reducir la estomatitis (inflamación de la boca) causada por la quimioterapia.
- Algunos estudios sugieren que tomar glutamina por vía puede ayudar a reducir la diarrea asociada con la quimioterapia.
- También se utiliza, a veces, en personas sometidas a trasplantes de médula ósea.
- Puede ayudar a tratar la caquexia (pérdida de masa muscular) en pacientes con cáncer avanzado o SIDA.[9]
Se necesita más investigación clínica para saber si la glutamina es segura o efectiva para su uso como parte del régimen de tratamiento para el cáncer ya que, en estudios de laboratorio, se ha encontrado que la glutamina puede favorecer el desarrollo de ciertos tipos de tumores. Se sigue investigando para comprender el mecanismo de la glutamina.[10]
Las fuentes dietéticas
Las fuentes dietéticas de glutamina incluyen
Alimentos de origen animal:
- Caldo de hueso,
- Carne de vacuno,
- Cerdo,
- Pollo,
- Lácteos (leche, yogur, suero, queso ricotta, requesón),
- Clara de huevo.
Alimentos de origen vegetal:
- La col y la remolacha son excelentes fuentes de glutamina, la col tiene efectos anti-úlcera.
- Legumbres (entejas, guisantes y, espcialmente la soja) gracias a sus proteínas de alta calidad.
- La espinaca cruda, la col rizada, el perejil, habas frescas, remolachas, zanahorias y coles de Bruselas.
- Cereales completos como la avena, el germen de trigo y la espelta integral.
- Quinoa, mijo y arroz integral.
- Nueces, almendras, pistachos, otros frutos secos, también las semillas de calabaza, semillas de girasol también tienen un alto contenido en glutamina.
- Cacahuetes, mantequilla de cacahuete.
Suplementos de L-Glutamina
La glutamina como suplemento se encuentra en forma de L-glutamina, sola o como parte de un suplemento de proteínas. Se presenta como polvos, cápsulas, comprimidos o líquidos. Las preparaciones estándar son típicamente disponible en comprimidos o cápsulas de 500 mg y 800 mg.
Al igual que con todos los suplementos nutricionales, los suplementos de glutamina sólo deben tomarse según las indicaciones de un médico. No existen pruebas suficientemente sólidas para justificar el uso de glutamina como suplemento para los atletas ni para personas sanas bien nutridas.
¿Cómo tomarlos?
Debido a que los aminoácidos se absorben mejor con el estómago vacío, es preferible tomarlos 30 minutos antes o dos horas después de las comidas.
La L-glutamina en suplemento debe tomarse con agua a temperatura ambiente o fresca ya que el calor destruye la glutamina.
Cuando se está siguiendo un tratamiento a largo plazo con L-glutamina, puede ser necesaria la suplementación simultánea de vitaminas del complejo B. Esto se aplica especialmente a la vitamina B12 , que controla la acumulación de glutamina en el cuerpo. (Consulte a su médico).
¿Qué cantidad tomar?
La dosis habitual varía de 2 a 3 gramos, dos veces al día. Aunque algunos de los estudios se han realizado con tomas de hasta 30g diarios, no es aconsejable consumir grandes cantidades de L-glutamina sin seguimiento médico debido a posibles efectos colaterales.
Consulte a su médico para saber cuál es la dosis más adecuada a sus necesidades.
No se tienen datos de los efectos de los efectos de la suplementación durante más de 16 semanas. La seguridad de este suplemento no se ha estudiado en niños y personas menores de 18 años.
Grupos de riesgo
Las personas con las enfermedades siguientes no deben consumir L-glutamina sin prescripción y seguimiento médico.
- problemas de hígado
- problemas renales
- diabetes
- sensibilidad al MSG (glutamato monosódico)
- epilepsia
- trastorno bipolar
Los suplementos de glutamina pueden interactuar negativamente con los medicamentos anticonvulsivos.
Efectos secundarios
Aunque la glutamina se considera un suplemento seguro se han reportado numerosos efectos secundarios posibles. Algunos de ellos son:
- Glutamina puede hacer que el cuerpo retenga más agua de lo normal y causar edema.
- Puede aumentar la sensación de sed y provocar deshidratación en algunas personas.
- Otros posibles efectos secundarios incluyen mareos, dolor de cabeza, depresión, aumento de la sudoración, erupciones en la piel, sangrado después de la defecación, dificultad para dormir y dolor de pecho.
Para consultar un listado de completo de los posibles efectos colaterales de la L-glutamina se puede consultar la página de Drugs.com
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