Qué ganas tenía de hacer este brioche. Desde que vi hacerlo a un chef japonés que me encanta, tenía que probarlo. La receta es un poco complicada, así que la volveré a hacer con las fotos «paso a paso».
Si eres una de esas personas que siguen mis recetas, ya sabes que mis dulces no llevan mucha azúcar, más bien lo contrario. Un brioche normal puede tener más del doble o el triple de azúcar del que lleva esta receta. Mis bollos son ideales para desayunar o merendar. Están endulzados justo para que se pueda comer solo o se le pueda añadir una cucharadita de mermelada.
Utilizo cacao puro 100 por cien y siempre aceite de oliva virgen extra. Dependiendo del gusto personal de cada uno se puede darle un toque de sabor distinto, con vainilla o añadiendo canela a la parte chocolateada. He utilizado aroma de azahar porque me gusta el aroma que le da al brioche.
Como se me rompió mi panificadora ahora amaso a mano. No he visto ninguna diferencia en los resultados, sólo que se necesita un poco más de tiempo para preparar la masa, la máquina te ahorra media hora de tiempo de preparación y también es ideal para el primer levado, sin embargo no es indispensable en absoluto.
Ingredientes:
- 350 g de harina de espelta para repostería
- 2 cucharadas de cacao puro en polvo
- 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra o de aceite de coco
- 150 ml de leche de almendras
- 50-80 g de azúcar de caña
- 22 g de levadura fresca
- 1 cuch. de aroma de flor de azahar
- Una pizca de bicarbonato sódico
- Dos cucharadas soperas de aroma de azahar (opcional)
Preparación (sin panificadora):
- Precalentar el horno a 30ºC y cuando esté a la temperatura apagarlo, mantenerlo cerrado para que no se pierda el calor (es para tener una fuente de calor y acelerar el tiempo de levado).
- Tamizar la harina y ponerla en una fuente honda o en la tabla de la cocina bien limpia y seca, añadir el azúcar en un lado y una pizca de bicarbonato en otro lado.
- Disolver levadura en la leche de almendra tibia y agregar a la harina.
- Luego verter el aceite de oliva virgen extra o aceite de coco y el aroma.
- Amasar hasta que la masa no esté pegajosa (unos 10-15 minutos de amasado).
- Dividir la masa casi por la mitad, un lado deberá ser ligeramente más grande que el otro.
- Coger el trozo de masa más pequeño y meterlo en otra fuente honda. Espolvorear el cacao por encima y empezar a amasar para que se mezcle con la masa. Si cuesta mucho, añadir unas gotas de leche de almendra, pero no más de una cucharadita, lo justo para ayudar a mezclar el cacao con la masa. La masa debe quedar de color «chocolate con leche», homogénea, sin rayas.
- Introducir ambas fuentes, una con la masa blanca y la otra con la masa de cacao, en el horno caliente (estará a unos 25 grados). Dejar que suba la masa hasta que doble, alrededor de una hora.
- Retirar las masas de la cubetas. Dividir cada trozo en 4 partes. Engrasar ligeramente la tabla de la cocina con aceite de oliva y, con la ayuda de un rodillo de cocina, estirar cada trozo hasta conseguir una especie de torta alargada y fina, de unos 20 cm de largo. Se obtienen 8 masas alargadas que se van apilando de forma intercalada, una blanca y una chocolateada.
- Extenderlas bien, se coloca una sobre otra de forma ordenada y alternada. De nuevo, con la ayuda del rodillo se aplastan todas para que se unan entre sí formando capas. Dar la vuelta para seguir extendiendo la masa y que se unan bien, sin que quede aire dentro, formará masa a rayas de dos colores. A continuación se enrolla sobre sí misma y, con la ayuda de las manos, se le da una forma rectangular (del tamaño del molde que se va a usar para hornear).
- Con un cuchillo muy afilado se corta en tres tiras sin llegar hasta el final (un extremo de la masa no se corta). Con esas tres tiras largas de masa se hace una trenza.
- Forrar un molde con papel de hornear y colocar la trenza de brioche en su interior. Cubrir con un paño de hilo limpio y dejar reposar en un lugar cálido hasta que la masa vuelva a doblar de tamaño.
- Precalentar el horno a 200ºC.
- Hornear durante 10 minutos hasta que la superficie tome un bonito color dorado.
- Bajar el horno a 180ºC, cubrir el brioche con un trozo de papel de plata por encima para que no se queme. Dejar que termine de cocer durante 10-15 minutos más.
- Apagar el horno y dejarlo dentro 5 minutos.
- Retirar del horno y dejar enfriar.
Qué bonito!! Casi es atrigado 😀
Yo también pongo cada vez menos azúcar en mis dulces, ahora casi todos los comerciales que pruebo me resultan empalagosísimos, odio cuando un postre sólo sabe a azúcar (y de mala calidad). Así está perfecto 🙂
Vaya ricura Ana!!
De buena gana le metía un buen mordisco ahora mismo 🙂