Bizcocho de calabaza con avellanas

Mira qué aspecto tan apetitoso tiene este bizcocho. Está realizado con excelentes productos típicos de otoño, como la calabaza y las avellanas. Elaborado con aceite de oliva virgen extra y poca azúcar, hace de este dulce un «capricho» permitido. Prepara dulces como éste para tus hijos en lugar de comprar bollería industrial.

Ingredientes:

150 g de harina de repostería
1/2 sobre de levadura química
Una pizca de bicarbonato sódico
100 g de azúcar de caña bio
Una taza de calabaza guisada (sin sal ni grasa) equivalente a unos 250 g de calabaza, peso en crudo
2 huevos
8 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
2 puñados de avellanas peladas
1 c.c. de canela en polvo

Preparación:

Precalentar el horno a 180ºC.
Trocear las avellanas por la mitad con un cuchillo. No es necesario que queden perfectamente cortadas. Separar los trozos más grandes de los trozos más pequeños y del polvillo de avellana que pueda haberse generado.
El primer paso es obtener el puré de calabaza. Nada más sencillo que cocer a fuego lento un trozo de pulpa de calabaza. Aproximadamente 250 g de calabaza, se trocea, y se cuece a fuego lento en una cacerola tapada. A los 10 minutos empezará a ablandarse la calabaza, se destapa para que el líquido se vaya evaporando. Cuando esté muy blanda se retira del fuego. Dependiendo del tamaño de los trozos no se necesitará más de 20 minutos. Triturar y pasar por un colador para evitar las fibras o trozos que hayan podido quedar.
En un cuenco se baten dos huevos. Se añade el azúcar y el aceite de oliva, se mezcla muy bien con el huevo batido. Añadir el harina tamizada, la levadura química y una pizca de bicarbonato sódico y la canela.
Agregar ahora el puré de calabaza y mezclar todo hasta que la masa es homogénea y sin grumos.
Engrasar o forrar un molde alargado y rellenar con la masa.
Espolvorear por encima los trocitos más pequeños y el polvillo de las avellanas. Luego colocar los trozos más grandes por encima.
Con la mano, añadir un poco de azúcar de caña por encima. El equivalente a una cucharada sopera.
Hornear durante 45 minutos y pinchar con un palillo largo para verificar que la masa está cocida. La cocción va de 45 minutos a 60 minutos.
A los 45 minutos, si la masa aún no se ha cocido del todo, es preferible disponer una hoja de papel de aluminio por encima del bizcocho para que no se quemen las avellanas. No hace falta ajustarlo, sólo colocarlo por encima.