He aquí una interesante receta que viene del noroeste de Francia, de Normandía. La salsa gribiche (se pronuncia «gribish») se hace sobre una base de huevos cocidos y otros ingredientes básicos como la mostaza y el aceite de oliva. Es una alternativa a la mayonesa tradicional, muy versátil, combina perfectamente con ensaladas de legumbres, espárragos o ensaladilla de patatas y verduras, así como con carnes y pescados.
Los ingredientes adicionales varían según la temporada; así, se puede incorporar ajo, chalota, perejil, cebolla blanca, cebollino, alcaparras y otros encurtidos.
La receta aparece publicada por primera vez en 1883, en una enciclopedia sobre alimentación de Joseph Favre. Su nombre viene de la palabra normanda gribiche, que significa «mala mujer que asusta a los niños». Dicha palabra proviene, a su vez, del vocablo holandés kribbich y significa gruñón. Se desconoce por qué esta salsa lleva ese nombre, quizás la cocinera que la creó estaba de mal humor.
Ingredientes:
- 2 huevos duros
- 150 ml de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de mostaza
- 1 cucharada de alcaparras
- 3 pepinillos picados
- Cebollino
- Sal y pimienta
Preparación:
- Cocer dos huevos hasta que estén duros pero no en exceso cocidos.
- Picar las alcaparras y pepinillos.
- Pelar los dos huevos, separar las claras y las yemas. Las claras se pican finamente.
- Las yemas se colocan en un mortero o tazón.
- Añadir sal y pimienta.
- Añadir la mostaza.
- Añadir el aceite de oliva, batir para espesar la salsa.
- Agregar a la salsa emulsionada las alcaparras, pepinillos troceados, la clara picada y las finas hierbas.