En los últimos años, las alergias alimenticias han ido en aumento y las alergias a las proteínas de la dieta no son excepción. Aunque existen diferencias geográficas entre países en lo que respecta a la incidencia de las alergias a determinados alérgenos alimentarios, en parte, por variaciones genéticas de la respuesta inmune según la etnia o costumbres alimentarias, de manera general, se calcula que más de un 5% de los niños desarrolla alergia a las proteínas de la leche u a otra clase de proteínas (huevos, pescado, legumbres, etc.).
¿Qué es el SEIPA?
El Síndrome de Enterocolitis Inducida por Proteínas de los Alimentos (SEIPA) es un tipo de intolerancia alimentaria que afecta al intestino. Los síntomas principales son vómitos y diarrea pudiendo ir acompañada de sangre en las heces. La persistencia de la diarrea puede provocar deshidratación y llevar a otros síntomas más graves, como cambios de la temperatura corporal y de la presión sanguínea, así como letargia grave. El niño parecerá estar muy enfermo incluso, a veces, en estado de shock.
A diferencia de la mayoría de las alergias alimentarias, los síntomas pueden no ser inmediatos, en su forma aguda los vómitos pueden aparecer tras 2 a 6 horas después de la ingestión de alimentos, pero, en algunos casos, pueden suceder hasta 10 días tras haber consumido el alérgeno.
Este es una forma compleja de alergia alimentaria no mediada por IgE, de presentación severa. Este trastorno es aún poco conocido y puede ser mal diagnosticado cuando aparecen los primeros síntomas. Las pruebas estándar de alergia pueden dar resultado negativo lo que puede retrasar el diagnóstico y agravar la condición del enfermo que, no tratado, puede desarrollar complicaciones severas que incluso pueden llevar a la muerte.
Un buen asesoramiento nutricional es indispensable para acompañar a los padres de los niños con este síndrome.
¿Qué alimentos provocan SEIPA?
En los primeros meses de vida, la reacción SEIPA suele estar producida principalmente tras la ingestión de una fórmula para lactantes con proteínas de leche de vaca o de soja. En cuanto a los bebés amamantados con leche materna, rara vez sufren este trastorno aunque se han dado algunos casos. Los lactantes menores de 9 meses son los más afectados por el SEIPA, con un pico de incidencia entre la primera semana y los 3 meses de edad.
El SEIPA crónico se asocia generalmente con el consumo de leche de vaca o de soja. Sin embargo, se han detectado en pacientes jóvenes reacciones al pescado, aves de corral (pollo, pavo), huevo, legumbres (guisantes, judías verdes), cereales (avena, arroz, cebada), patatas dulces, calabaza.
Mientras que la mayoría de los niños con este síndrome pueden reaccionar sólo a uno o dos alimentos, otros pueden tener síntomas a muchos alimentos ricos en proteínas.
Reintroducción del alimento alérgeno
La fase crónica de este trastorno dura un promedio de treinta días, pero puede extenderse durante un período de un año. En general, debe evitarse el alimento durante un período largo hasta poder empezar a reintroducirlo bajo seguimiento médico (reto alimentario).
El reto alimentario se hace pasados 12 a 18 meses a la reacción del SEIPA, puede variar según el tipo de alérgeno y el tiempo establecido para reintroducir el alimento en la dieta. Bajo seguimiento médico, se vigila si la tolerancia inmunológica se ha establecido tras ese tiempo.
Algunos estudios reportan que, a la edad de 3 años, se supera la alergia en el 60% de los casos relacionados con proteínas de la leche, 27% de la soja, 40% arroz y 67% a otros vegetales. Otros estudios reportan tasas de resolución más altas.
Si los niveles de anticuerpos específicos tipo IgE fueron positivos al diagnóstico, deben verificarse periódicamente y, sobre todo, antes de la reintroducción.
La prevalencia de SEIPA parece ser relativamente alta, por lo que, los pediatras deben estar alerta y tener en cuenta esta condición dentro de los diagnósticos diferenciales para evitar hospitalizaciones innecesarias o sobretratamiento. Se debe sospechar en aquellos lactantes con factores de riesgo de alergia alimentaria y que presentan los síntomas arriba indicados.
Saber más:
[1] Food Protein-Induced Enterocolitis Syndrome (FPIES) – http://fpiesfoundation.org/
[2] Wilson Daza, MD (1), Silvana Dadán, MD (2), María Carolina Uribe, MD (3); (1) Gastroenterólogo pediatra, Magíster Nutrición Clínica, Director de Gastronutriped y del Postgrado Gastroenterología Pediátrica Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia; (2) Nutricionista clínica, Magíster Nutrición Clínica, Profesor Asistente postgrados de Pediatría y Gastroenterología Pediátrica. Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia; (3) Fellow de Gastroenterología Pediátrica, Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia – “Síndrome de enterocolitis inducido por proteínas de la dieta: Reporte de casos” (2013) SCIELO – Revista Colombiana de Gastroenterología
[3] “FPIES” – Unidad de Pediatría Integral – Clínica Quirón de Valencia.
[4] Dra. Hemant P. Sharma, Darlene K. Mansoor, Irene J. Mikhail, Cindy Nguyen, and Bruce L. Klein – Pediatr Emer Care – “Manejo de la alergia alimentaria pediátrica en el servicio de urgencias. Definición, clasificación y manejo de las alergias alimentarias pediátricas en la urgencia” (2013) IntraMed
[5] Khanna N 1 , Patel K 2 – 1 Hospital de Lister, Oriente y Norte de Hertfordshire NHS Trust, Stevenage SG1 4AB, Reino Unido; 2 Departamento de Inmunología, Facultad de Medicina, Universidad de Moi, PO Box 4606, 30100 Eldoret, Kenia – “FPIES: Reviewing the Management of Food Protein-Induced Enterocolitis Syndrome” (2015) NCBI – Case Reports in Pedriatics