La vesícula biliar es un saco en forma de pera, de unos 10 centímetros de largo y una capacidad de 50 ml. Fuera de las comidas, la vesícula biliar sirve de depósito para almacenar la bilis excretada por el hígado. Durante la digestión, cuando el bolo alimenticio alcanza el duodeno, la vesícula biliar se contracta para poder liberar en el intestino delgado la bilis necesaria para facilitar la digestión, principalmente las grasas. La vesícula se encuentra ubicada debajo del hígado, termina en un tubo delgado o conducto biliar que conecta al hígado y la vesícula biliar con el intestino delgado.
Cálculos biliares
Hay dos tipos principales de cálculos biliares:
- Cálculos de colesterol, los más comunes. Estos cálculos no tienen nada que ver con los niveles de colesterol en la sangre.
- Cálculos compuestos de bilirrubina, llamados pigmentarios. los cuales pueden desarrollarse cuando los glóbulos rojos se están destruyendo (hemólisis). Esto lleva a un exceso de bilirrubina en la bilis.
Los cálculos biliares son depósitos duros y similares a cristales de roca que se forman dentro de la vesícula biliar. Estos cálculos pueden ser tan pequeños como un grano de arena o tan grandes como una pelota de golf. La obstrucción del flujo de bilis a través de los conductos biliares suele producir dolor. Las crisis por cálculos suelen presentarse de una a varias horas después de haber comido. Los signos de una crisis por cálculos incluyen nauseas, vómitos o dolor en el abdomen, la espalda o debajo del brazo derecho. Puede ser dolor agudo de tipo cólico, o sea un dolor muy fuerte que se detiene y que puede repetirse varias veces al día.
Los cálculos biliares son más comunes en mujeres que en hombres pero se vuelven más frecuentes en los dos sexos con la edad, a partir de los 40 años, también afectan más a las personas con sobrepeso. Asimismo pueden tener un factor hereditario.
En muchos casos se retira la vesícula biliar pero cuando es posible se retira el cálculo por endoscopia. Afortunadamente, la vesícula biliar no es un órgano imprescindible para vivir. La bilis tiene otras vías para llegar al intestino delgado.
Colecistitis aguda
Es una inflamación repentina de la vesícula biliar que causa dolor abdominal intenso. En el 90% de los casos, la colecistitis aguda es causada por la presencia de cálculos biliares en la vesícula biliar. Otras causas incluyen una enfermedad grave y, en raras ocasiones, tumores de la vesícula biliar.
La colecistitis aguda ocurre cuando la bilis queda atrapada en la vesícula. La acumulación de la bilis ocasiona irritación y presión en la vesícula, lo cual puede conducir a infección y perforación del órgano.
Síntomas
Muchas personas con cálculos biliares no tienen ningún síntoma. Los cálculos biliares se suelen descubrir en radiografías o ecografías de control, en una cirugía abdominal u otro procedimiento médico.
Sin embargo, si un cálculo grande bloquea el conducto cístico o el conducto colédoco (coledocolitiasis), se puede presentar un dolor de tipo cólico desde la mitad hasta la parte superior derecha del abdomen, lo cual se conoce como cólico biliar.
El síntoma principal es el dolor abdominal que se localiza en la parte superior derecha o media del abdomen. Se puede sentir una fuerte presión debajo de las costillas, tanto en el abdomen como en la espalda. El dolor desaparece si el cálculo pasa hacia la primera parte del intestino delgado (el duodeno). El dolor puede:
- Ser agudo, de tipo cólico o sordo
- Ser continuo
- Irradiarse a la espalda o por debajo del omóplato derecho
Otros síntomas que pueden ocurrir abarcan:
- Heces de color arcilla
- Fiebre
- Náuseas y vómitos
- Coloración amarillenta de la piel y de la esclerótica de los ojos (ictericia)
- Orina de color más amarillo o anaranjado y más grasa
Pruebas y exámenes
Un examen físico puede mostrar que su abdomen es sensible al tacto. El médico puede prescribir los siguientes exámenes de sangre:
- Amilasa y lipasa
- Bilirrubina
- Conteo sanguíneo completo: puede mostrar un conteo de glóbulos blancos más alto de lo normal
- Función hepatica
- Enzimas pancreáticas
Los exámenes imagenológicos que pueden mostrar cálculos biliares o inflamación son, entre otros:
- Ecografía abdominal
- Ecografía endoscópica
- Tomografía computarizada abdominal
- Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE), combina endoscopia y radiografía
- Radiografía abdominal
- Colecistografía oral
- Gammagrafía de la vesícula biliar con radionúclidos
- Colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM)
- Colangiografía transhepática percutánea (CTHP)
Tratamiento
Busque asistencia médica inmediata si el dolor abdominal intenso no desaparece.
Se debe seguir una dieta ligera baja en grasa (cuando se puede tolerar la comida). Se puede administrar suero fisiológico y antibióticos por vía intravenosa para combatir la infección y evitar la deshidratación. Aunque la colecistitis se puede resolver por sí sola puede ser necesaria una colecistectomía (extirpación de la vesícula biliar) o una intervención por endoscopia para retirar la obstrucción de las vías biliares.
Los analgésicos ayudarán a combatir el dolor. Pero evitar el consumo de analgésicos a base de ácido acetilsalicílico más conocidos como Aspirina, aunque hay otros medicamentos, ya que diluyen la sangre y no son aconsejados en el caso de necesitar una intervención quirúrgicamente.
La cirugía puede ser necesaria de urgencia si se produce infección, perforación, pancreatitis o inflamación del conducto colédoco.
En el pasado, la colecistectomía abierta (extirpación de la vesícula biliar) era el procedimiento usual para los casos sin complicaciones. Sin embargo, ahora se realiza con menos frecuencia. En la actualidad, se utiliza con mayor frecuencia una técnica llamada colecistectomía laparoscópica. En este procedimiento, se hacen incisiones quirúrgicas más pequeñas que permiten una recuperación más rápida. A los pacientes a menudo se les da salida del hospital el mismo día de la cirugía o a la mañana siguiente.
Se pueden llevar a cabo una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) y un procedimiento llamado esfinterotomía para encontrar o tratar cálculos biliares en el conducto colédoco.
Alimentación
La bilis es segregada para digerir las grasas. Por eso, durante en el caso de sufrir de cálculos biliares es importante seguir una dieta baja en grasas para evitar o disminuir la intensidad de los cólicos.
Patologías
Los siguientes factores favorecen la formación de cálculos biliares:
- Trasplante de medula ósea o de órganos sólidos.
- Diabetes.
- Insuficiencia de la vesícula biliar para vaciar la bilis apropiadamente (más probable durante el embarazo).
- Cirrosis hepática e infecciones de las vías biliares (cálculos pigmentarios).
- Afecciones médicas que provocan que el hígado produzca demasiada bilirrubina, como anemia hemolítica crónica, con inclusión de anemia drepanocítica.
- Pérdida rápida de peso, particularmente consumir una dieta muy baja en calorías o después de una cirugía bariátrica.
- Recibir nutrición a través de una vena por tiempo prolongado (alimentaciones intravenosas).
Prevención
Los cálculos biliares no pueden prevenirse en la mayoría de las personas. En las personas obesas, evitar una bajada rápida de peso puede prevenirlos.
Mi experiencia
Sufrí mucho dolor en el costado y en la espalda, durante varios días y hasta que se me diagnosticó pasó una semana por no acudir a urgencias, perdí 5 kg. y tuve principio de deshidratación. Los valores hepáticos sanguíneos eran totalmente anormales, aumento enorme de la bilirrubina, origina amarillo muy oscuro. Vómitos. Tras una ecografía se me diagnosticó una obstrucción de las vías biliares. Debieron intervenirme de urgencia por medio de colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE). Un día en el hospital y varios días de reposo. A las 24 horas de operarme ya pude comer ligero pero casi normalmente.
Acude rápidamente al médico si sospechas un cólico biliar. Una infección que afectase al páncreas puede ser muy grave.
Referencias: