Mis dulces son poco dulces, les pongo el mínimo de azúcar imprescindible. Este bizcocho sólo lleva 60 g más la cobertura que es lo que hace que parezca más dulce. Las personas que están acostumbradas a comer muy dulce lo encontrarían sin sabor. Es mucho mejor con poco azúcar pero hay que ir acostumbrando el paladar disminuyendo progresivamente la cantidad de azúcar añadida a los dulces caseros. Una vez acostumbrado, cualquier dulce industrial te parecerá de lo más empalagoso.
Ingredientes:
- 300 g de harina de espelta bio para repostería
- 175 ml de leche de arroz tibia
- 125 g de pepitas de chocolate (sin lácteos, sin lactosa)
- 60-100 g de azúcar de caña
- 25 g de levadura fresca
- 6 cuch. de aceite de oliva virgen extra
- 4-5 cuch. de semillas de amapola
- 2 cuch. de canela molida
- 2 cuch. de aroma de azahar (opcional, también se puede poner una cucharadita de concentrado de vainilla)
Para la cobertura:
- Agua
- 2 cuch. de azucar de caña
- 2 cuch. de semillas de amapola
Preparación:
Utilizo una máquina de hacer pan para hacer más fácil el amasado y el primer levado, pero no es indispensable.
- Poner la harina en la cubeta, añadir el azúcar y la levadura disuelta en la leche de arroz tibia. Añadir el aceite de oliva virgen extra y el aroma.
- Poner en marcha el programa para masa de pan (30 minutos de amasado y 1 hora de levado).
- Dejar media hora más para que suba bien la masa.
- Retirar la masa de la cubeta. Poner un poco de harina en la tabla de la cocina y extender la masa haciendo una forma rectangular.
- Repartir las pepitas de chocolate. Enrollar sobre sí misma la masa para encerrar las pepitas en su exterior.
- Volver a estirar la masa, dándole de nuevo una forma rectangular bastante alargada, ayúdate del rodillo de cocina.
- Espolvorear canela por toda su superficie visible y luego espolvorear una capa generosa de semillas de amapola, lo que dará un toque crujiente al bizcocho al comerlo.
- Enrollar sobre sí misma la masa hasta hacer un rollo y luego, unir los dos extremos hasta formar un aro.
- Engrasar el molde con aceite de oliva. Disponer el rollo de masa y taparlo con un paño de hilo limpio.
- Dejar que la masa repose entre 1 y 2 horas hasta que doble su tamaño.
- Precalentar el horno a 200ºC.
- Hornear durante 15 minutos hasta que tome un bonito color dorado.
- Bajar el horno a 180ºC, cubrir con un trozo de papel de plata por encima para que no se queme. Dejar que termine de cocer durante 10 minutos más.
- Apagar el horno y dejarlo dentro 5 minutos. Mientras tanto se prepara un almíbar con azúcar y agua.
- Se retira del horno y se pinta con el almíbar. Terminar espolvoreando unas semillas de amapola.