Color verde claro y sabor dulce… A utilizar a voluntad en ensaladas, sopas, tofu, guisos de legumbres, macedonias, bocadillos, hamburguesas, tacos, fajitas, rollitos de primavera… Cada vez con más frecuencia, los grandes chefs utilizan los brotes para dar toque final a un plato. ¿Sabes qué son? Pues, son brotes de alfalfa.
En latín, se llama “medicago”, hierba de los Medas, original de la Asia antigua, situada al Noroeste del actual Irán. La palabra “alfalfa” viene del árabe y significa “padre de todos los alimentos” o “el mejor de los forrajes”, en razón de su sorprendentes propiedades nutricionales.
Cultivada desde hace más de 9.000 años en las mesetas del Cáucaso, se extendió rápidamente por el resto del mundo.
Germinados en nuestra dieta
Su contenido nutricional es muy completo, ricos en fibras, vitaminas y micronutritientes, les confieren propiedades nutricionales cada vez más reconocidas. La germinación aumenta su tenor natural en vitaminas y favorece la asimilación de sus minerales y oligoelementos.
Los brotes, además de ser una delicia culinaria barata, representan un alimento muy beneficioso para la salud, decoran nuestros platos para hacerlos, además de más saludables, más apetecibles. Las semillas germinadas se adaptan perfectamente a todo tipo de preparaciones.
Paradoxalmente, los brotes son muy energéticos al tiempo que bajos en calorías. Tienen un índice glucémico muy bajo, ideal para mantener la línea.
En lo que respecta a la alfalfa en particular, ésta se considera una de las semillas más completas nutricionalmente . Particularmente rica en proteínas, minerales, oligoelementos, vitaminas, clorofila y fibra. Sus propiedades antioxidantes ….
Propiedades nutricionales de los brotes de alfalfa
La germinación de las semillas es un proceso totalmente natural en que se producen una serie de transformaciones bioquímicas cuyos beneficios nutricionales son impresionantes:
- Proteínas: Las semillas son la fuente de proteínas que la planta necesita para regenerarse. Cuando las semillas germinan, sus proteínas se hidrolizan parcialmente, lo que resulta en proteínas vegetales fácilmente digeribles. Los brotes de alfalfa contienen más proteínas que la mayoría de los alimentos de origen vegetal.
- Hidratos de carbono: La germinación degrada el almidón, un aumento en la concentración de azúcares simples, lo que convierte a los brotes o germinados en un alimento energético de fácil digestión.
- Los minerales y oligoelementos: el proceso de germinación libera muchos minerales. Pequeñas cantidades de brotes de alfalfa aportarán algo de calcio y hierro, también fósforo, magnesio, selenio, potasio, manganeso, cinc.
- Vitaminas: Los germinados de alfalfa, aportan gran concentración de vitamina K, y, como en otros germinados, vitamina A, vitaminas del grupo B, vitamina C, vitamina E.
Por ser una importante vitamina que no está presente en todos los alimentos, hay que destacar la presencia de vitamina K en los brotes de alfalfa. Recuerda que la vitamina K ayuda a la coagulación de la sangre cuando se sufre una herida o una cirugía. Parte de la vitamina K se produce en el intestino, pero se necesitan alimentos que contengan esta vitamina, ya que su deficiencia, aunque es rara, puede causar hemorragia excesiva. Además, la vitamina K es importante para la absorción del calcio y la salud de nuestros huesos.
El consumo de brotes frescos, ofrece además numerosas ventajas :
- Antioxidante: Protege las células de nuestro cuerpo combatiendo combatir los radicales libres responsables del envejecimiento celular, cáncer y enfermedades cardiovasculares.
- Fitoestrógenos: Las hojas de la alfalfa contienen flavonas, isoflavonas, esteroles y derivados de la cumarina, siendo uno de los pocos alimentos que contienen cumestrol, un compuesto vegetal similar al estrógeno. Existen algunos estudios que indican que los brotes de alfalfa podrían ayudar a estimular la mineralización ósea, también los asocian con la disminución del riesgo del cáncer de la glándula tiroides. Como los brotes de soja, los germinados de alfalfa poseen propiedades para regular los desequilibrios hormonales de la menopausia. Aunque no ha sido confirmado con ensayos clínicos en humanos, la alfalfa se usa para tratar los síntomas de la menopausia.
- Saponinas: Es una sustancia natural que se encuentra en muchas plantas y que parece que, consumida regularmente, tiene una influencia positiva en la lucha contra la absorción del colesterol malo (LDL).
Contraindicaciones
El lupus es una enfermedad auto-inmune crónica cuyas causas son poco conocidas. Sus síntomas son muy diversos e incluyen fatiga, fiebre, pérdida de peso, dolores articular y musculares y erupciones cutáneas. Las personas que sufren de lupus deben abstenerse de consumir grandes cantidades de alfalfa debido a su contenido de L-canavanina, un ácido aminado que podría contribuir a agravar los síntomas de la enfermedad.
Precauciones fitosanitarias
El consumo crudo de brotes de alfalfa, así como los otros tipos de semillas germinadas, está asociado con intoxicaciones causadas por microorganismos tales como la salmonela o el E.Coli. Los brotes preparados en casa deben seguir un tratamiento higiénico estricto. Nunca consumir brotes que tienen mal aspecto o caducados. Si se compran a granel, cogerlos con guantes y no consumirlos crudos en casa. Si se compran en comercio, deben estar almacenados en frigoríficos. Lavarse antes y después de manipular los brotes.
Preparación de brotes en casa
Recuerde que si prepara brotes en casa, debe respetar normas de higiene muy escrupulosas.
- Remoje las semillas en agua fría 6-8 horas. Enjuagar con agua limpia en un colador.
- Separe las semillas en el semillero en capas delgadas.
- Renovar el agua de 2 a 3 veces por día .
- El tiempo de germinación es de 5 a 6 días.
- Conservarlas en el frigorífico dentro de un recipiente cerrado.
- Consumir los brotes antes de una semana.
- No consuma brotes que no estén en perfecto estado.
- Nunca manipule los brotes con las manos, utilice pinzas o cubiertos recién lavados.
Referencias: